El alcalde Gustavo Petro y el mandatario electo, Enrique Peñalosa, se reunieron ayer en el Palacio Liévano para evaluar el proceso de empalme emprendido hace un mes, con miras a que la entrante adminsitración conozca en detalle la radiografía de la ciudad que gobernará hasta 2019. Luego de la reunión no quisieron hablar acerca de sus diferencias sobre construir el metro elevado o subterráneo. Ambos estuvieron defendiendo sus respectivas consideraciones esta semana e incluso Petro convocó a una marcha para la defensa de la línea férrea el 10 de diciembre.
Lo que sí se sabe acerca del encuentro entre los dos alcaldes es que, en medio de la presentación sobre el proceso de empalme, Petro le recomendó a Peñalosa un cuidado especial en temas como la plataforma tecnológica del Nuse (línea 123) y los compromisos judiciales sobre la Planta de Tratamiento y Aguas Residuales Canoas. En la reunión también hablaron del problema del relleno sanitario Doña Juana, donde hubo un derrumbe en octubre.
Según la secretaria general, Martha Lucía Zamora, el diálogo se llevó a cabo en un ambiente de total cordialidad y se hicieron compromisos para que los equipos de empalme continúen en reuniones la próxima semana. Además, estuvieron Carlos Arturo Rey, secretario privado del alcalde Petro; Emilio José Archila, coordinador del equipo de empalme de la nueva administración, y el senador Carlos Fernando Galán.
Mientras ni el alcalde saliente ni el entrante se atreven a contar detalles sobre cómo avanzan proyectos importantes para la ciudad, cada uno ha tenido actuaciones decisivas en la recta final de esta alcaldía. Petro, por ejemplo, ha tomado varias medidas con las que busca dejar la huella de su administración en temas como las basuras, para lo cual firmó el Plan de Gestión de Residuos Sólidos a doce años, proyectando la consolidación de su política Basura Cero.
En el tema de transporte, por ejemplo, un paso que dio Petro fue dejar listo el prepliego de la licitación para cambiar los buses y elegir a los operadores que se harán cargo de las fases I y II del sistema. En ese borrador incluyeron reglas de juego específicas, como incluir a los ciudadanos como accionistas, tener más biarticulados y buses eléctricos. Frente a esto el equipo de Peñalosa no ha dicho nada públicamente.
También están en discusión en el Concejo los proyectos para cobrar una contribución de unos $2.000 en los parqueaderos y garajes de la ciudad, para financiar el transporte público, así como la iniciativa que busca cobrar por la circulación de carros en algunas zonas congestionadas de la capital.