Fiesta de reyes: más de cien años de historia

La batalla que se desata entre el bien el mal, que termina con el cuerpo rojo del diablo convertido en polvo y cenizas, representando la muerte de la venganza y el caos, es una imagen que se repite año tras año en la tradicional celebración de la fiesta de Reyes en el barrio Egipto que completa 101 años. Es la única celebración en Bogotá que data desde la época de la Colonia y que se ha mantenido durante todo este tiempo.

En el corazón de la Candelaria, en uno de los barrios más golpeados por el olvido, se viven tres días de un carnaval religioso, que en los últimos años ha reunido hasta 15.000 personas en torno a actividades culturales, ceremonias religiosas y representaciones teatrales que recrean la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar al pesebre del recién nacido Jesús de Nazaret.

Juan Carlos Quenguan, es un bogotano de 37 años, que ha vivido 25 de ellos en Egipto y desde su niñez ha vivido esta fiesta como todos los habitantes del barrio. “Desde el 88 mis papás me llevaron al barrio Egipto y desde que llegamos nos invitaron a la fiesta de Reyes, lo primero que recuerdo es que había mucha gente, también que había un espectáculo de un señor que bailaba con una muñeca a la que le decíamos Lupita”.

Cronistas como José María Cordovéz hacen referencia a la particular tradición en los libros que relatan la historia de la capital, tal como “Reminiscencias de Santa fe de Bogotá”, en donde el escritor asegura que “desde la fundación de la ermita de Egipto data la costumbre de celebrar la fiesta de la Epifanía o la Adoración de los Reyes Magos” y aclara que esta empezaba desde el inicio de la novena de aguinaldos el 16 de diciembre y se extendía hasta el 8 de enero.

El relato continúa “Durante este periodo de tiempo, los habitantes de este arrabal vivían un paréntesis en sus rutinarios quehaceres, donde, al mismo tiempo que cumplían con sus deberes religiosos se entregaban a los más diversos placeres en medio de agitadas jornadas de juego, comida y baile, presididas por la infaltable y ancestral bebida de maíz fermentado”.

Y como si no hubieran pasado 101 años ya, es así como se mantiene la celebración. Desde cuatro frentes; el cultural, el gastronómico, el deportivo y el religioso, la comunidad del barrio trabaja para hacer realidad un festival de comida, juegos y actividades como conciertos, juegos tradicionales y competencias deportivas, alrededor de la emblemática Iglesia de Nuestra Señora de Egipto.

Juan Carlos ha crecido en medio de ello y cuenta como cientos de niños y adultos se miden en competencias de yoyo, trompo, rana etc. Asegura que las dos tradiciones que no pueden faltar unen a toda la multitud; La chicha y la quema del diablo, que muy bien recuerda, fueron restringidas en la época en la que el exalcalde Antanas Mockus administraba la ciudad por segunda vez, pues para esos años se presentaron desordenes públicos que dejaron muertos y heridos.

En ese entonces se decretó la prohibición de la bebida a base de maíz y los fuegos pirotécnicos, lo que generó la molestia de los fieles de la celebración, que luego de años de quejas y protestas para que sus fiestas volvieran a ser las mismas, lograron ser escuchados por el Concejo de la ciudad.

Para el 2005 la fiesta de Reyes fue declarada como patrimonio cultural de Bogotá por la corporación, protegiendo la celebración con la ley de cultura del Estado. Desde ese momento la coordinación de todas las actividades de estos tres días de carnaval los lidera la Alcaldía Local de la Candelaria, de la mano de la Parroquia de la comunidad que organizó la fiesta durante los años anteriores.

Desde entonces la celebración empezó un proceso de recuperación en el que año a año la comunidad ha vuelto a ganar la confianza y el posicionamiento suficientes para acoger a las casi 50.000 personas entre vecinos, ciudadanos de otras partes del país y extranjeros, que han llegado a las ediciones anteriores a vivir una fiesta cultural que marca el fin de las celebraciones navideñas en la capital.

Esta es la programación para el 2016