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Luego de recibir algunos comunicados sobre el ingreso de estupefacientes a centros de retención para adolescentes la Policía, la Procuraduría, el Instituto Colombiano de Bienestar Familia (ICBF) y la Defensoría del Pueblo entraron a estos lugares y se encontraron con que las denuncias realizadas eran ciertas.
El defensor regional para Bogotá, William Suárez, aseguró que en los registros se encontraron varios estupefacientes y elementos de aseo convertidos en armas como cepillos de dientes y peinillas convertidas en elementos corto punzantes, celulares, gas pimienta, dinero y hasta biblias donde se encaletaba marihuana y otros elementos.
Suárez también anunció que estos operativos se realizan para garantizar la protección de los adolescentes en estos centros donde no se atente además contra su propia seguridad con estos elementos. Y que es necesario replantear el sistema de seguridad y de requisas que se tiene actualmente en estos lugares para evitar que lleguen así a los adolescentes.
Por el momento, aseguró que estos operativos se harán con mayor frecuencia después del hallazgo, pues se busca garantizar la seguridad de los internos.
Por otro lado, las autoridades descubrieron en el marco de una operación contra los principales expendedores de droga, una fábrica dedicada a la producción de LSD o drogas sintéticas, que eran distribuidas en todo el territorio nacional.
El hallazgo se registró en el marco de un operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía, que tras intensas labores de seguimiento e investigación logró identificar a 13 de los integrantes de la organización.
Las capturas se realizaron en la ciudad de Bogotá y Cali. Según las autoridades, este tipo de droga hasta el momento era traída de manera ilegal desde Alemania, Rusia y Holanda y no se conocía de su fabricación en Colombia.