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Vecinos del norte de Bogotá amanecieron el pasado miércoles 17 de diciembre con una escena alarmante. En plena vía pública, fueron hallados tubos con sangre, jeringas usadas y otros residuos de riesgo biológico, una situación que encendió las alertas sanitarias y ambientales en la ciudad y en el sector.
El hallazgo se produjo específicamente en la localidad de Usaquén, en la carrera 19 con calle 104, donde fueron encontrados los residuos de riesgo biológico, sin ningún tipo de protección, contención ni señalización, lo cual representó un riesgo directo para peatones, vecinos, recicladores y personal de aseo que transita diariamente por la zona.
“Esto es inaceptable. Encontramos residuos peligrosos como jeringas y tubos con sangre abandonados en el espacio público, poniendo en riesgo la salud de la gente”, señaló la Secretaría Distrital de Ambiente, Adriana Soto.
Según explicó la entidad, la respuesta fue inmediata y la recolección y manejo de los desechos se coordinó de manera articulada entre la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), la Secretaría Distrital de Salud, la Alcaldía Local de Usaquén y la Policía de Bogotá, con el fin de retirar los residuos y asegurar el área afectada.
Por su parte, la concejala Heidy Sánchez y una parte de la ciudadanía cuestionó la forma en la que se realizó inicialmente la recolección de los residuos. Lo anterior, dado que en el registro fotográfico que usaron las entidades para mostrar la disposición de los residuos, se observaba a los funcionarios recogiendo estos desechos utilizando escobas, recogedores, e incluso sus propias manos sin guantes.
Lo anterior, según expertos, representa un riesgo para las personas encargadas de limpiar los desechos y omite los protocolos mínimos de protección personal, como guantes o equipos especializados.
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Para la cabildante Sánchez, este procedimiento resulta preocupante, pues se trata de residuos peligrosos que requieren un manejo técnico y protocolos estrictos para evitar riesgos a la salud pública y al personal encargado de su recolección.
Mientras tanto, la Secretaría de Ambiente, en coordinación con el Sector Salud y la Alcaldía Local de Usaquén, comenzaron la verificación de cámaras de seguridad del sector para identificar y localizar a los presuntos infractores.
De acuerdo con las autoridades, las personas involucradas podrían enfrentar multas ambientales de hasta 100.000 salarios mínimos y penas de prisión entre 69 y 140 meses, por la inadecuada disposición de residuos de riesgo biológico.
De manera complementaria, el Distrito adelantó visitas de control a centros de estética, clínicas y otros establecimientos del sector, con el fin de verificar el cumplimiento de la normativa ambiental, que obliga a contratar gestores especializados y autorizados para la recolección, transporte y disposición final de residuos hospitalarios y similares.
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