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La Alcaldía de Bogotá puso en marcha el plan para proteger las reservas ambientales que hacen parte de la Estructura Ecológica Principal, empezando con la Van der Hammen. El programa llamado Transferencias de Derechos de Construcción y Desarrollo (TDCD), plantea un canje de predios que propone el Distrito a privados que sean propietarios de áreas de reserva.
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Lo que el alcalde Carlos Fernando Galán presentó este miércoles como “un salto cuántico en la restauración y protección de la reserva”, tiene antecedentes en el Decreto 623 que dejó cocinado la exalcaldesa Claudia López el último día de su mandato. El decreto trajo consigo una novedosa herramienta, con la cual el Distrito queda habilitado para adquirir predios de zonas con interés ambiental, como la reserva Van der Hammen, a cambio de permisos especiales para urbanizar en zonas de la ciudad con alto índice de edificabilidad. Dichas zonas, vale la pena resaltar, poseen alta valorización y están presentes en dos de las ocho acciones estratégicas (Zibo y Montevideo) con las cuales se quiere renovar la ciudad.
“Ponemos en práctica un mecanismo innovador. Bogotá es la primera ciudad en Colombia que va a permitir que predios con un alto valor ambiental, que están en manos de privados -de manera voluntaria-, los entreguen para que se conviertan en predios públicos para su restauración y conservación”, explicó el alcalde en rueda de prensa.
Cabe resaltar que la reserva Van der Hammen tiene una extensión de 1.395 hectáreas, equivalentes a 404 predios, de los cuales el 95,3 % corresponden a áreas en manos de privados (376 predios); el 2,7 % son públicas, equivalentes a (28 predios) que pertenecen al Distrito, y el 2 % restante son áreas “no formadas catastralmente”, es decir que no se cuenta con información catastral o jurídica. “Desde ya tenemos 100 hectáreas ofertadas que tiene en sus registros la Secretaría de Ambiente. La apuesta nuestra es materializar que 60 hectáreas de la reserva van der Hammen logremos convertirlas en públicas este mismo año, aquí vamos a dar un paso importante”, afirmó Galán.
Para hacer realidad esta estrategia, este año el Distrito se suscribió un convenio entre la secretaría de Ambiente, Hábitat y Renobo para implementar y ejecutar el esquema. Se firmó un convenio por $200 millones para la contratación de la empresa fiduciaria que gestionará los certificados de construcción. “Esto ayuda a consolidar la estructura ecológica principal. Se protegen suelos y se defienden de usos económicos”, añadió la secretaria de Ambiente, Adriana Soto.
#Noticia 🗞️| La Alcaldía da un paso importante para saldar la deuda histórica con la restauración y conservación de la reserva Thomas van der Hammen y otras áreas de importancia ambiental estratégica.
— Secretaría de Ambiente (@Ambientebogota) September 11, 2024
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Una vez obtenido el certificado, su propietario podrá negociarlo directamente con cualquier constructor, aportarlo a un proyecto, o subastarlo por medio de Fiduagraria. Los certificados representan metros cuadrados para construir en áreas de actividad de grandes servicios metropolitanos, vivienda de interés social, vivienda colectiva o vivienda no VIS, establecidas por el POT.
“Precisamente esta herramienta de Transferencia de Derechos de Construcción y Desarrollo le apunta a garantizar que podamos equilibrar dos retos históricos que ha tenido Bogotá: uno es cómo logramos conservar y restaurar la Estructura Ecológica Principal y dos, cómo logramos habilitar suelo y garantizar la posibilidad de construir vivienda en zonas”, agregó el mandatario.
Con este mecanismo se espera adquirir 2.637 hectáreas en los Cerros Orientales, la Reserva Thomas van der Hammen, la red de parques del Río Bogotá, y zonas de protección del Plan de Ordenación y Manejo de Cuenca Hidrográfica (Pomca) del Río Bogotá.
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Por Redacción Bogotá
