“La protesta es un derecho instrumental para conseguir otros derechos”: personero de Bogotá

En diálogo con El Espectador, el personero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón, habla sobre el trabajo de esa entidad en medio de las marchas en la ciudad y del informe realizado sobre las garantías en las protestas durante el primer mes del paro nacional.

Camilo Acosta Villada
04 de junio de 2021 - 02:00 a. m.
Julián Enrique Pinilla Malagón, personero de Bogotá.
Julián Enrique Pinilla Malagón, personero de Bogotá.

En las movilizaciones, que llevan cinco semanas, es común ver en la capital a personas con chaqueta azul oscura con una banda gris y verde fosforescente en ambas mangas. Se trata de los miembros del Grupo para el Acompañamiento en Escenarios de Posible Vulneración de Derechos (GAEPVD), de la Personería de Bogotá, para garantizar los derechos de los manifestantes y para evitar confrontaciones con la Fuerza Pública. Sobre este trabajo y las cifras que presentó ese órgano de control en un informe del primer mes del paro, habla el personero Julián Pinilla.

Frente a otras jornadas de protesta, ¿en qué ha variado el actual paro?

Que este ha sido más extenso y con más personas. Entre el 28 de abril y el 31 de mayo, la Personería ha tenido que redoblar esfuerzos, hemos hecho acompañamiento de 308 jornadas de protestas, de las cuales el 85,3 % –casi 278– fueron pacíficas y no hubo necesidad de la intervención de la Fuerza Pública. En estas jornadas, la Personería ha ampliado el personal que apoya estos escenarios: pasamos de 15 personas a más de 100.

Kennedy es la zona con más quejas por abuso policial y asistencias en URI, ¿esto refleja la situación de orden público en esa localidad?

Kennedy y el Portal Américas han sido un punto de constante manifestación en este mes largo y por eso pueden incrementarse las cifras. También ha sido escenario en el que se ha tratado de hacer, por parte de la Administración Distrital y el Concejo de Bogotá, una serie de medidas que han generado constante presencia de personas. Hay que destacar que la Personería viene haciendo un trabajo fundamentalmente desde 2019, que ha tenido gran acogida, y es la sensibilización al Esmad de Bogotá, no solo para estas protestas, sino que se viene haciendo constantemente y esto nos da reconocimiento frente a este actor. Igualmente, venimos fortaleciendo los acercamientos con universidades y universitarios.

¿En qué consiste esa sensibilización?

Es un trabajo que se ha venido profundizando desde 2019, como parte de los programas de capacitación del Esmad Bogotá. La Personería tiene un rol importante de sensibilización en derechos humanos: esto tiene que ver con el comportamiento que deben tener frente a quienes ejercen el derecho a la protesta pacífica y los elementos constitucionales y convencionales que implican este ejercicio y el de contención. Ahí se hace un refuerzo frente al Derecho Internacional Humanitario, a que no debe haber exceso en la fuerza y señala bien los protocolos, cuál es nuestro rol en las protestas, cuál es la razón de ser de la verificación de insignias, se profundiza en las normas que regulan la protesta y todos los escenarios que surgen de este ejercicio.

¿Las marchas en Bogotá han sido pacíficas y el vandalismo es poco?

Eso es lo ideal. Creo que es un trabajo de nunca acabar que vamos a seguir haciendo desde la Personería, no solo con la Fuerza Pública, sino en otros escenarios. Tenemos un trabajo mancomunado con las universidades, esencialmente las públicas y algunas privadas, que están muy comprometidas en este tema. Es importante para nosotros hacer este ejercicio de lado y lado, porque los dos actores deben ser conscientes de cuáles son los elementos del derecho a la protesta pacífica, cómo se debe adelantar y cuáles son los protocolos.

¿Ha habido buena recepción de los marchantes y la fuerza pública?

Sí, hay un respeto de los distintos actores a raíz de la sensibilización y capacitación, de escucha y de diálogo transparente, que ha llevado a que en las marchas, en la mayoría de casos, no existan disturbios, pues el interés de los marchantes es ejercer la protesta pacífica de la mejor forma. Eso es lo que se ha venido construyendo en las universidades. El derecho a la protesta es un derecho instrumental que se usa con el propósito de alcanzar la consecución de otros derechos.

¿Cómo ha sido la experiencia del Grupo para el Acompañamiento de Escenarios de Posible Vulneración de Derechos en el paro?

El ideal de estos gestores siempre ha sido el diálogo, por eso han estado en distintos escenarios. Hemos coincidido con los gestores de convivencia del Distrito, cuando los escenarios se han vuelto complejos y nuestros funcionarios han sido lesionados. Lo que hay que destacar es que siempre buscan soluciones pacíficas. Ese ha sido el interés de los actores que se han presentado ahí y la Personería siempre buscará un canal para que sea efectivo. En ese sentido, cuando los escenarios se ponen difíciles, en ocasiones, nuestros funcionarios han sufrido lesiones. El último fue una de las funcionarias de DD.HH. en el Portal Américas., que fue golpeada por una persona que estaba dentro de los manifestantes con un ladrillo en la espalda.

¿Cuántos funcionarios de la Personería ha resultado lesionados?

Aproximadamente diez con lesiones menores. Las dos que han tenido golpes relativamente fuertes fueron Natalia Chacón y Esmeralda Caro. Esto solamente se ha presentado cuando están los ánimos muy fuertes y cuando estamos frente a una intervención del Esmad.

¿La Personería cómo verifica la cifra de personas desaparecidas y de las que ya han sido encontradas?

Lo primero es la transparencia y la confiabilidad en el registro de personas desaparecidas. Es un escenario importante para nosotros: este registro proviene de una comisión interinstitucional con órganos de carácter nacional, del cual no hace parte la Personería. Nosotros ejercemos un rol en la búsqueda sobre todo en URI, en centros de traslado por protección y en Medicina Legal. En la mayoría de casos no hay un patrón común de dónde están. Hay quienes aparecen al otro día y hay que tener en cuenta que algunas universidades tienen albergues y muchos pueden estar ahí.

La mayor cifra de quejas por abuso policial está en Kennedy, ¿qué lectura hace de esto?

Es reiterativo lo de Kennedy, partiendo del mismo punto: ha sido un lugar constante con un gran número de intervenciones de la Fuerza Pública, por lo cual ha habido más tensiones y quizás sea un argumento que lleve a que estadísticamente los números muestren mayor preponderancia en esa localidad que en otras.

¿Y cuántas quejas han recibido por agresiones hacia policías?

Tenemos conocimiento de 378 casos, de las cuales hemos hecho el seguimiento en algunos casos. El tema de la denuncia en el caso de los policías es más complejo y nuestros canales terminan siendo anónimos por la connotación que pueden llegar a tener.

¿Cuál es el proceso que hacen en los casos de denuncias anónimas?

En esos casos tratamos, a través de visitas u otras actuaciones, de esclarecer los hechos. Lo que buscamos es una pedagogía, sobre todo en la confianza de interposición de estas quejas, que permitan extraer los hechos que conlleven a que estos hechos tenga consecuencias jurídicas.

¿Cómo se han sentido los miembros del GAEPVD cuando la violencia pasa por encima del diálogo?

Los funcionarios en terreno son personas muy comprometidas y apasionadas con el desarrollo de sus localidades. En general, de ese diálogo que han tenido en terreno, se desprende que existen distintos actores con necesidades muy variadas, como los estudiantes, que tienen una fuerte responsabilidad social y con miras a construir escenarios de diálogo. Por otro lado, algunas personas han planteado sus preocupaciones por cómo se han extendido las protestas.

¿Con qué actores ha sido más difícil acercarse para buscar el diálogo?

Venimos haciendo un trabajo desde mucho antes del paro y la recepción de los distintos grupos ha sido excelente, incluso en los momentos más difíciles han buscado más acompañamiento de la Personería. Ha sido un escenario muy desgastante para todas las partes y esperemos que se llegue a escuchar un diálogo real y efectivo para darle solución pronta al tema. Creo que en eso coinciden todos.

¿Conoce casos en los que un funcionario de la Personería haya sido señalado de estar “aliado” con el Esmad o con los manifestantes?

Cuando el tema está caliente, la situación es compleja. Hemos tenido lesionados y discusiones, pero siempre lo hemos arreglado dialogando. Por ejemplo, cuando atacaron a nuestra funcionaria en Américas, al día siguiente hicimos una mesa en la Personería para escuchar y tratar de establecer las razones detrás de eso. Eso fue importante, porque son escenarios complejos que pueden terminar en confrontaciones. A veces en Bogotá, por el número de marchas, llegan miembros del Esmad que no hacen parte del grupo de Bogotá, que no han tenido esta capacitación y han generado altercados que se solucionarían con diálogo. Evidentemente, cuando se complican las protestas, los apasionamientos pueden llevar a que haya fricciones.

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