Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Después de haber revisado los programas de gobierno de los candidatos y destacado en este espacio las posturas de aquellos frente a algunos temas neurálgicos para la ciudadanía, lo que, además, me permitió tener una opinión sobre la rigurosidad y sustentación de esos programas, creo que es oportuno hablar del talante que dejan entrever cada uno de los candidatos.
Lea también: Choque entre Claudia López y Gustavo Petro por prolongación de la avenida Boyacá.
Sobre la rigurosidad y argumentación de los programas, al margen de las posturas que estos evidencian, el programa Con Toda por Bogotá de Juan Daniel Oviedo y Bogotá Camina Segura de Carlos Fernando Galán se hallan en un destacado primer lugar.
En un distante segundo lugar se encuentran los programas Reconstruyamos Bogotá de Diego Molano y Vamos a vivir Bogotá de Rodrigo Lara; y, en un tercer lugar, Bogotá no se rinde del general (r) Jorge Luis Vargas.
En un aún más distante cuarto lugar están los programas de Jorge Enrique Robledo y Pacto por el Futuro de Bogotá de Gustavo Bolívar. Extraño en el riguroso senador Robledo, quien siempre lo fue en el Congreso de Colombia, pero que lamentablemente su programa no refleja y su discurso pone en evidencia.
En cuanto al talante, referido “al tono”, que han mostrado los candidatos, el debate que se llevara a cabo este martes con la participación de los medios de comunicación (Caracol y Bluradio) y la academia (Universidad de los Andes) sí que lo puso de manifiesto.
Una vez más los candidatos Juan Daniel Oviedo y Carlos Fernando Galán se destacan positivamente, mostrando una ecuanimidad, un control y una serenidad personal admirable para exponer sus propuestas como para responder los ataques en su contra, sin que con ello sacrifiquen la firmeza de sus posturas.
Los candidatos Diego Molano y Jorge Luis Vargas si bien es cierto los distingue una similar firmeza y mayoritaria compostura en sus intervenciones, no lo es menos que procuran personalizar ataques en contra de sus contradictores de izquierda o afectos al gobierno nacional, que poco contribuyen a construir un debate con altura y, en especial, a que la ciudadanía no siga siendo objeto de polarización.
Los candidatos Jorge Enrique Robledo y Rodrigo Lara se distinguen por un similar comportamiento que raya con lo pendenciero. El “todo está mal” y “ellos son los únicos buenos”, los refleja con mucha exactitud. Los diferencia que en el caso de Lara hay propuestas, frente a la actitud simplista de solo queja de Robledo.
Gustavo Bolívar logró desbancar a los dos anteriores como el más agresivo de la contienda. A su pobreza conceptual y la falta de rigurosidad de sus propuestas y programa de gobierno se le suma su personal actitud notoriamente dirigida a polarizar a los votantes, haciendo afirmaciones descalificadoras, agresivas y protuberantemente demagógicas.
Los programas de gobierno, rigurosos unos y otros no, los discursos e intervenciones en debates, entrevistas o foros, se quedan en el papel y palabras, si se confrontan con el más revelador de los indicadores, como es el comportamiento de los candidatos.
El “tono” que usan para proponer y, en especial, para responder a sus contradictores, denotan su talante personal, que inexorablemente se verá reflejado en la manera de gobernar, tal y como lo han podido observar los bogotanos respecto de todos y cada uno de los anteriores mandatarios.
Los bogotanos no deberían permitirse la elección de un alcalde mayor que no gobierne para todos y, mucho menos, que termine siendo un activista por su falta de capacidad y no un gobernante con capacidad de ejecución.
Puede interesarle: Préstamos por internet: Corte ordena investigar a App que cobraba con amenazas.
