Las protestas continuaron ayer en Bogotá y el país. Aunque no fueron tan masivas como las del miércoles, en la capital se vivieron manifestaciones durante todo el día: en la mañana, en el parque Nacional, desde donde los manifestantes salieron hacia la Plaza de Bolívar; a lo largo de la tarde se dieron concentraciones en diferentes puntos, que ocasionaron retrasos en la movilidad, y en la noche se promovió un nuevo cacerolazo.
Si bien el Comité del Paro Nacional aseguró que no hará movilizaciones el 1° de mayo en las ciudades con restricciones por la tercera oleada del coronavirus (como es el caso de Bogotá, donde hay cuarentena general), vale resaltar que las marchas por el Día del Trabajo son tradición, razón por la cual no se descarta que de nuevo la gente salga a las calles. Esto podría aumentar la tensión entre las autoridades y los manifestantes, pues fuera de que ese día por lo general suelen darse enfrentamientos en las calles, vale recordar que el fallo del Tribunal de Cundinamarca, que ordena aplazar las marchas, sigue vigente. Por ahora la única manifestación en el panorama, que parece firme, es la que convocaron los sindicatos para el 19 de mayo.
Al respecto, el politólogo Andrés Dávila asegura que aunque es incierto qué va a pasar en los próximos días, lo que se vio el miércoles y ayer en el país demuestra que la gente tiene motivaciones para manifestarse, más allá de los riesgos de la pandemia. “Desde el segundo semestre del año pasado hemos visto protestas de los sectores más afectados por los cierres, pero ahora estamos hablando de una oleada que arrancó en 2019 y que ahora está presta a salir, con un Gobierno que le ha dado motivos para hacerlo. Estamos hablando de que se necesitan acciones económicas, pero hoy no hay otros países que estén haciendo una reforma tributaria”.
Sobre esto, Patricia Muñoz, profesora de ciencias políticas de la Universidad Javeriana, considera que lo que se ha visto en las calles no es solo por las recientes actuaciones del Gobierno Nacional, sino que es, en general, una muestra de alta inconformidad ciudadana. “Vienen una serie de malestares con el Gobierno, pero también con las instituciones públicas, los políticos y los personajes de la opinión, y es porque, como lo vemos en los sondeos, para la ciudadanía el más grande problema del país no es la pandemia ni el desempleo, sino la corrupción. Y cuando uno estudia las estrategias de esta administración, se da cuenta de que hay una desconexión con el ciudadano para interpretar sus necesidades y responder a sus problemas”.
De la jornada de manifestaciones lo único que destacó el presidente Iván Duque fueron los hechos vandálicos que se presentaron en algunos puntos del país. “La violencia no nos va a resolver ninguno de los retos que tenemos que enfrentar como país”, señaló. Y aunque el Gobierno se negó a retirar la reforma tributaria del Congreso, aseguró que estaría dispuesto a modificarla.
Ante esto, Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien ha sido vocero del comité promotor del paro, señala que se mantienen en su propuesta inicial, y es que se retire la propuesta. “Consideramos que esa reforma, que va a afectar profundamente a los colombianos de a pie, debe hundirse. Mientras tanto, insistiremos al presidente que reciba al comité y que se den soluciones al pliego que le presentamos el año pasado. En caso de que no se retire antes del 19 de abril, ese día vamos de nuevo a paro”.
La confianza del comité radica en que, de acuerdo con ellos, habrían sido casi cinco millones de personas las que se manifestaron en el país, en alrededor de 600 municipios y que ante la preocupación por generar mayores contagios por COVID-19, se ha establecido un protocolo que se ha venido aplicando. “Ninguna autoridad en este país y en el mundo puede negar el ejercicio a la protesta, que está consignada en la carta de las Naciones Unidas y sobre la cual hay varias sentencias de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado que la protegen”, indicó Maltés.
Ante las condiciones epidemiológicas, Claudia Vaca, farmacoepidemióloga de la U. Nacional, cree que solo se va a observar un posible aumento en los contagios hasta dentro de dos semanas, pero indica que este no se podrá atribuir solamente a las manifestaciones, “porque será muy difícil diferenciarlos de los contagios asociados a viajar en Transmilenio y otros comportamientos en lugares cerrados. Además hemos tenido medidas preventivas para contener el contagio, que se podrían sobreponer a esto”.
Pese a eso, Vaca no deja de lado que, aunque las manifestaciones se dan en lugares abiertos, aumenta la interacción y el riesgo de contagio, debido a la cantidad de personas que regularmente no guardan la distancia, gritan, cantan y hablan. Por eso pide que se piense en protestas más creativas, menos concentradas o, en caso de salir, utilizar tapabocas con mayor protección. “Simuladores de N95, con triple capa o uno desechable quirúrgico, con uno de tela encima”.
A la espera de nuevas movilizaciones también está sobre la mesa la pandemia, por lo que el llamado general es al autocuidado, pues si bien no se puede negar el derecho a la protesta, sigue primando el bien general y la vida, y la meta hoy es evitar un nuevo colapso en el sistema hospitalario.