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Los reparos al aumento del cupo de endeudamiento

Hablamos con las tres ponentes del proyecto que busca aumentar hasta $10,79 billones el endeudamiento de Bogotá. Entre los reparos se encuentra la construcción de un monumento a la paz, por $5.000 millones, y $1.500 millones para la compra de equipos electrónicos.

Diego Ojeda
26 de septiembre de 2020 - 02:00 a. m.
BOG400. BOGOT¡ (COLOMBIA), 01/06/2020.- Personas pasan este lunes bajo los carteles que anuncian la alerta naranja por COVID-19, en el sector de Kennedy, en Bogot· (Colombia). Esta localidad del sur de la capital colombiana que se caracteriza por ser la m·s poblada ha registrado una gran cantidad de contagios de coronavirus, por lo que se decretÛ una cuarentena total en el sector, pero son muchas las personas que siguen saliendo. EFE/ Carlos Ortega
BOG400. BOGOT¡ (COLOMBIA), 01/06/2020.- Personas pasan este lunes bajo los carteles que anuncian la alerta naranja por COVID-19, en el sector de Kennedy, en Bogot· (Colombia). Esta localidad del sur de la capital colombiana que se caracteriza por ser la m·s poblada ha registrado una gran cantidad de contagios de coronavirus, por lo que se decretÛ una cuarentena total en el sector, pero son muchas las personas que siguen saliendo. EFE/ Carlos Ortega
Foto: EFE - Carlos Ortega

La discusión del proyecto con el que el Distrito busca autorización del Concejo para aumentar su cupo de endeudamiento a $10,79 billones, esta vez, va por buen camino. Hablamos con las tres ponentes en el cabildo, Marisol Gómez (Bogotá para la Gente), María Fernanda Rojas (Alianza Verde) y Sara Castellanos (Partido Liberal), quienes anunciaron desde ya que radicarán ponencia positiva, pero con modificaciones. Entre sus reparos están la construcción de un monumento a la paz, que vale $5.000 millones; el gasto de $1.500 millones en equipos electrónicos, y la necesidad de vigilar el destino de los recursos.

Los reparos tienen un argumento de base: la afectación económica por el COVID-19 se ha manifestado en diversos frentes. Más de 691.000 personas han perdido su trabajo (se estima que la capital tiene 1’151.000 desempleados), lo que ha significado un incremento en asistencia a población vulnerable, así como inversiones relacionadas con el manejo de la pandemia. Al mismo tiempo, han caído los ingresos, ya que de los $10,2 billones que esperaba recibir en 2020 por impuestos, solo serán $9 billones.

También se baraja la posibilidad de que su Producto Interno Bruto (PIB) caiga este año un -8,1 %, teniendo una leve recuperación, del 2,2 %, en 2021, que seguiría de forma paulatina en 2022 (3,5 %) y 2023 (4 %). Es por esto que los expertos proyectan un período de al menos tres años para que la ciudad consolide su recuperación económica. Bajo este contexto, la administración busca que el Concejo apruebe el aumento del endeudamiento, que será el más grande de su historia. Por temas de forma, el proyecto no pudo avanzar la primera vez que lo radicaron. Ahora hay uno nuevo y sus ponentes compartieron sus impresiones con El Espectador.

Una de ellas es Marisol Gómez (Bogotá para la Gente), quien radicará ponencia positiva este 28 de septiembre, pues cree que la ciudad necesita estos recursos para avanzar. Sin embargo, lo hará con modificaciones, ya que considera incorrecto que el Distrito quiera realizar, una vez al año, la rendición de cuentas sobre el uso de este dinero y su impacto en la recuperación económica. En su lugar, propone que se haga cada seis meses. “Estamos en una situación excepcional, para la que se está pidiendo un cupo excepcional y, por lo tanto, debe tener un control político excepcional”, dijo.

La primera vez que el Distrito radicó el proyecto, por sorteo Gómez también fue elegida como ponente. En ese momento la propuesta incluía un artículo que autorizaba a la Empresa de Acueducto redestinar una parte del cupo para financiar las facturas de los estratos 1 y 2. “Los ponentes de ese momento pedimos que lo excluyeran, pues eso no le compete al Concejo. Nos corresponde aprobar un aumento del endeudamiento, no decirle a una entidad del Distrito en qué se lo debe gastar”, explicó al agregar que la Alcaldía los escuchó.

Otro de los reparos de Gómez tiene que ver con la destinación de $5.000 millones para un monumento a la paz, construido con las armas que entregó el M-19 hace 30 años. La concejal pedirá que esos recursos se usen en temas más importantes, que aporten a la recuperación económica de la ciudad.

María Fernanda Rojas (Alianza Verde) considera que el cupo es una estrategia importante para la reactivación de unos sectores. “No obstante, estamos revisando que los proyectos sí generen empleos, aunque sabemos que muchos inicialmente no lo harán, porque tienen que pasar por la etapa de formulación y diseño”. Otro de los temas en el que Rojas pondrá la lupa será en la efectividad de los créditos para las mipymes que ha dispuesto la Secretaría de Desarrollo Económico. Asegura que los pequeños empresarios han tenido barreras para acceder a estos recursos y espera que el respaldo que reciban del Fondo Nacional de Garantías sea útil para su recuperación.

Finalmente la terna de ponentes la completa Sara Castellanos (Partido Liberal). Para ella, hay varias cosas del proyecto que llaman la atención, como que entre la primera y segunda radicación se mantuviera el monto de $10,79 billones, aun cuando hay cambios en la distribución de los recursos, como los $180.000 millones que le quitaron al sector salud para dárselos a Ambiente, así como Hábitat y el proyecto de la carrera séptima. “¿Por qué hubo un cambio tan grande en las últimas tres semanas?”, cuestiona la concejal.

Castellanos también cuestiona el hecho de que en principio se planteara la generación de 500.000 empleos por cuenta del plan de reactivación económica, pero ahora el mismo proyecto dice que serán 104.000. “¿Por qué se reduce el número, pero no el monto del cupo? Si el principal motivo es generar trabajo, ¿por qué le restaron 400.000 a la meta?”.

También está el tema de las vacunas de COVID-19. La concejal liberal dice que en el proyecto se contemplan $500.000 millones para la compra de dos millones de dosis, para una ciudad de ocho millones de personas. Asevera que se ha reunido con diversas entidades, pero ninguna le ha podido explicar qué va a pasar con la vacunación de los otros habitantes.

A sus reparos se suma la destinación de $1.500 millones para la compra de equipos electrónicos de directivos. “No es que no se necesiten, solo que es una cifra alta y financieramente no es viable adquirir un insumo de ese tipo por medio de cupo de endeudamiento”. Además, están $2.400 millones en el sector salud para la contratación de personal. Castellanos argumenta que según la Ley 358 de 1997, estos recursos no pueden emplearse para tal fin. Sin embargo, menciona que desde el Distrito le han dicho que hay un marco legal en el que se pueden amparar.

En los últimos días, las concejalas se han reunido con las secretarías de Movilidad y Educación (entidades que ocuparían $5,2 billones del cupo) para conocer los detalles de cómo usarán los dineros. Se espera que el debate en la Comisión de Hacienda sea el próximo 15 de octubre y su eventual aprobación se realice en la tercera semana del mismo mes.

Con todo y la aprobación de esta iniciativa, el Distrito deberá jugar otras cartas para la recuperación económica de la ciudad, pues gran parte de los proyectos de infraestructura, que generarían empleos, comenzaría solo hasta 2022, y la necesidad de muchos capitalinos ya empieza a pesar en el bolsillo.

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