El concejal Carlos Orlando Ferreira denunció que han pasado más de cuatro años luego de efectuarse el decreto que busca reglamentar el suelo de los lugares de culto en Bogotá y que hasta la fecha la Administración Distrital no sabe cuántos sitios deben realizar adecuaciones a sus estructuras por no cumplir con algunos requisitos para su funcionamiento.
Según un censo realizado por la Secretaría de Planeación, en la ciudad hay 1.544 lugares de culto, de los cuales no se tiene el dato exacto de cuántos cumplen con la infraestructura adecuada para manejo de público porque según Ferreira, la Dirección de Atención y Prevención de Emergencias (DPAE) no ha realizado las visitas correspondientes para determinar cuáles están reglas y cuáles no.
Un trabajo de campo realizado por el concejal Ferreira en 30 iglesia (21 católicas y 11 cristinas) dejó en evidencias algunas fallas estructurales en el manejo de espacios, salidas de emergencias, rampas de acceso e inconvenientes con los equipamientos para emergencias.
“En la mayoría de cultos hay extinguidores pero algunos de ellos se encuentran mal ubicados, pues no están dentro de los lugares de la congregación de fieles sino adyacentes como en sacristías y casas curales. En algunos casos encontramos que estaban vencidos”, señaló el cabildante.
En cuanto a las rampas de acceso, Ferreira dice que “se nota que un alto porcentaje de los cultos hacen el esfuerzo por adecuarlas, inclusive cuentan con rampas portátiles en algunos casos. Sin embargo, se sigue observando que no se tienen en cuenta las necesidades de los discapacitados ya que no se les facilita la accesibilidad a los lugares de culto. También encontramos que hay lugares de culto que les queda imposible adecuarlas por encontrarse en segundo piso, ejemplo de ello es la iglesia de Chiquinquirá, ubicada en la localidad de chapinero calle 51 con cra 13”.
El cabildante critica a la Administración Distrital por la falta de socialización y de concertación con las partes involucradas de este decreto. “Su contenido no reflejó la problemática real y las características que tienen los lugares de culto, pues cada uno de ellos presenta diferentes casos por su infraestructura antigua”.
“Se evidenció que no existe una entidad responsable que abandera y asuma el cumplimiento de este decreto, así mismo, existe contradicción de conceptos entre estas entidades distritales como los son el Instituto de Patrimonio Distrital, DPAE y Curadurías. Un ejemplo de ello es la Iglesia de Santa Teresita ubicada en la localidad de Teusaquillo que presenta problemas de desnivelación y ondulación en el piso y se encuentra interesada en realizar los arreglos pertinentes, pero el Instituto de Patrimonio no le permite cambiar la totalidad del piso, ya que existen tabletas que se encuentran en mal estado y ya no están en el mercado para su reposición”.
En la investigación realizada se encontró una gran preocupación por parte de los administradores de los lugares de culto debido a que el decreto les exige que a partir del mes de diciembre del presente año, como primer plazo, deberán haber realizado las adecuaciones con respecto al plan de contingencia y seguridad como lo es la señalización, salidas de emergencia, extintores, camillas, botiquín de primeros auxilios, entre otros.
Sin embargo, para el concejal Carlos Orlando Ferreira es importante resaltar que los lugares de culto que han venido realizando estas adecuaciones lo han hecho por voluntad propia, ya que las entidades de la Administración Distrital no han llevado a cabo el acompañamiento adecuado para ellas y las estadísticas muestran que tan solo el 5% han sido asesorados.
Frente al tema, la secretaria de Planeación, María Camila Uribe, dijo que se solicitó la ampliación del corto plazo, que se vencía el 31 de diciembre de 2010 hasta el año 2013.
“Desde 2009 se está recopilando información de los equipamientos culturales en compañía de las comunidades y de los directivos religiosos. También se están haciendo unas fichas de diagnóstico para tener una información más clara y precisa”.