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Una mañana decembrina, mientras la mayoría de ciudadanos celebraba, una patrullera de la Policía hizo el que quizá fue el hallazgo más importante de su carrera. Después de ser notificada por un transeúnte, sobre la posible presencia de un bebé abandonado en una caneca de basura, la patrullera Ana y su compañero se trasladaron de inmediato al lugar indicado por el testigo.
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El lugar en donde habían abandonado a la bebé era una caneca de basura, en la cual se habían dispuesto los residuos sólidos de un conjunto residencial ubicado en el barrio El Tintal, de la localidad de Kennedy. Justo al frente de este sitio, frente a la mirada atónita de los residentes de la propiedad horizontal y los transeúntes, la patrulla encontró a la pequeña envuelta en una bolsa negra de basura.
Al principio, la patrullera y su compañero se mostraron preocupados debido a que la bebé no emitía ningún tipo de sonido o señal de vida. Sin embargo, una vez la patrullera la alzó, la pequeña de tan solo una hora de nacida rompió en llanto para el alivio de los dos uniformados.
“Tuvimos que conducir en contra vía de inmediato. Al llegar al lugar, encontramos a la bebé dentro de una caneca de basura. Cuando la cargué, empezó a llorar, en ese momento sentí un alivio enorme al confirmar que estaba viva”, relató Ana, patrullera de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Gracias a la reacción de la uniformada y su compañero, la niña fue trasladada al centro asistencial más cercano. Allí, se corroboró que la menor no tenía más de una hora de nacida y que, a pesar de ser abandonada en un tumulto de residuos tóxicos, se encontraba fuera de peligro y en buenas condiciones de salud.
Tras corroborar el buen estado de salud de la niña, la patrullera manifestó su intención de adoptar a la menor, para darle una segunda oportunidad de vida y un hogar para crecer sana y salva. Incluso, en un video que publicaron las autoridades, la patrullera comentó el nombre con el cual adoptaría a la niña: “Ana Lucía. Ana, por mi nombre, y Lucía, porque es el de mi compañera que estuvo aquí apoyándome, y porque significa luz, esperanza para todos”, expresó la uniformada.
Sin embargo, una noticia de último momento puso en entredicho las intenciones de la patrullera. De acuerdo con información que trascendió en algunos medios de comunicación, las autoridades habrían identificado a la mamá biológica de la bebé.
Se trataría de una menor de 15 años que, por razones desconocidas, habría dado a luz a la creatura en una residencia del sector y, posteriormente, habría optado por abandonar a la bebé en la caneca de basura. La identidad de la progenitora, se habría obtenido gracias a las cámaras de seguridad del sector y a la colaboración de los abuelos maternos de la niña.
Todavía no hay pronunciamiento oficial del ICBF o de cualquier otra autoridad pertinente, respecto al futuro inmediato de la menor. Por el momento, la bebé deberá permanecer en la unidad de neonatos del centro asistencial, mientras se define su custodia y si, finalmente, la patrullera Ana consigue adoptarla.
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Por Redacción Bogotá
