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Muerte de Ana María Castro: Fiscalía habla de feminicidio y los defensores, de imprudencia fatal

Casi un año después de la muerte de la joven, la Fiscalía tiene dos sospechosos de un posible asesinato. No obstante, el defensa insiste en que fue un accidente.

Redacción Bogotá
02 de febrero de 2021 - 11:00 a. m.
Ana María Castro murió en la madrugada del 5 de marzo de 2020, en extrañas circunstancias.
Ana María Castro murió en la madrugada del 5 de marzo de 2020, en extrañas circunstancias.
Foto: Cortesía

Tras casi un año de la muerte de Ana María Castro, de 21 años, las versiones de lo que ocurrió en la madrugada del 5 de marzo de 2020 siguen siendo confusas. Justo cuando la Fiscalía dice tener evidencias para inferir que se trató de un feminicidio (el 23 de enero le imputó este delito a uno de los sospechosos y a otro lo busca para capturarlo), se revivió la declaración que rindió al ente acusador uno de los tres jóvenes que estaban con la víctima, quien sugirió que más que un crimen, pudo ser una mortal imprudencia… un accidente. Pese al choque, los investigadores tienen testimonios que reforzarían la hipótesis de que a la joven la lanzaron del carro.

De lo que se tiene certeza hasta el momento es que Castro salió de una fiesta en el norte de Bogotá y que se fue en una camioneta negra con tres amigos: Paul Naranjo, de 29 años, quien conducía el automotor; Julián Ortegón Mosquera, de 21 años, que iba como copiloto, y Mateo Reyes Gómez, de 25 años, quien se hizo en la parte de atrás con ella. Luego, que una ambulancia la recogió en la calle 80 con carrera 68, donde estaba tendida, y la llevó al hospital de Engativá, donde falleció producto de un trauma de cráneo severo, que derivó en muerte cerebral y luego un paro cardiaco.

>Lea: Alguien está mintiendo en el caso de Ana María Castro Romero

¿Cómo terminó la joven fuera del carro, tirada en la calle y con heridas mortales? Desde que se conoció el caso se han conocido diferentes versiones. La primera fue la de Naranjo y Ortegón, quienes dijeron que esa noche, cuando transitaban por la calle 80 con carrera 69, a la altura de la estación de Transmilenio de las Ferias, Paul se percató que Mateo y Ana María venían besándose y tocándose. “Veo esa escena, paro el carro y les digo: respétenme. Quédense acá y váyanse para un motel’”. Ellos no se bajaron, por lo cual Julián les dijo que no los llevaría a su apartamento, se bajó y los bajó a los dos de la camioneta. Luego se sube y arranca con Paul para el apartamento.

Mateo, por su parte, entregó varias versiones. En un primer momento le dijo a la mamá de la víctima que él venía en un taxi detrás de la camioneta y vio cómo la arrojaron del vehículo, por lo cual se bajó y la auxilió. Pero después, reconoció que él también venía a bordo de la camioneta. Agregó que Paul (conductor) y Ana María tuvieron una discusión, por lo que tanto a él como a la joven los bajaron del carro.

“Yo me subo al andén y Ana se quedó hablando con los ocupantes por la ventana. De pronto el tipo arrancó fuerte. Como Ana estaba recostada sobre la ventanilla, no sé si quedó enganchada, pero cayó al piso y se golpeó la cabeza. No sé si el carro la arrastró, pero sí giró antes de caer, por la fuerza del carro al arrancar. Yo me acerqué y observé que estaba quieta, entonces entré en shock y mi primera reacción fue tratar de parar algún vehículo para ver si alguno ayudaba a llevarla a una clínica”, contó Reyes a la Fiscalía.

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Feminicidio

Aunque estas declaraciones se han mantenido en lo corrido del año, para la Fiscalía, este caso no se trató de un accidente, sino de un asesinato, pues la habrían lanzado de forma violenta de la camioneta en la que se movilizaban, por lo que ella recibió un golpe contundente que le generó un trauma craneoencefálico que terminó con su vida. Esto llevó al ente acusador a solicitarle a un juez de garantías las órdenes de captura contra Paul Naranjo y Julián Ortegón Mosquera, por ser los principales sospechosos. Mientras Naranjo está prófugo, a Ortegón lo capturaron el pasado 22 de enero y le formularon imputación por feminicidio. Aunque se declaró inocente, un juez dictó medida de aseguramiento en su contra.

Durante la audiencia, el fiscal reveló los detalles que lo llevaron a inferir que se trató de un asesinato. La versión de que fue arrojada está incluso desde el informe de la necropsia, que reveló el programa Séptimo día. En él hablan de trauma de cráneo, de abdomen, abrasiones (raspaduras) en varias partes del cuerpo e, incluso, lesiones en el hígado producto de un impacto.

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Allí reposaba también el informe del hospital, que describe que la joven ingresó inconsciente, las pupilas no reaccionaban a la luz, otorrea (flujo por el oído), así como sangrado activo por nariz y boca. “Según historia clínica, se trata de una mujer adulta tirada de un vehículo”. Agrega que luego de un TAC se evidenció hemorragia dentro del cráneo, un edema cerebral maligno, que progresa a muerte cerebral y posteriormente presenta ausencia de pulso por paro y se declara el fallecimiento.

A esto se sumó el testimonio de Daniel Vega Novoa, quien afirmó haber visto cómo a Castro la habrían lanzado del vehículo en movimiento. Incluso, que luego vio el carro zigzaguear tras seguir la marcha. A este se suma el testimonio de otro testigo que llegó al sitio cuando la joven estaba tendida en el piso. Y finalmente, el del vigilante del conjunto donde vivía Ortegón, quien escuchó a los jóvenes discutir sobre qué hacer con el celular de Ana María, que se había quedado en el auto.

A pesar de esto, la defensa de Ortegón viene insistiendo desde la audiencia de imputación (y ahora en la apelación con la que busca la libertad de su cliente), que es imposible que el conductor (Paul)) o el copiloto (su cliente) hubieran podido arrojar a la joven del vehículo en movimiento. Incluso planteó la posibilidad de que ella hubiera estado muy pegada al vidrio y hubiera caído cuando el carro arrancó. No obstante, ninguno de los que estuvieron esa noche con Castro dieron una versión en ese sentido. Salvo la declaración de Mateo que, de ser cierta, dicen algunos expertos en derecho penal, no se estaría frente a un feminicidio, sino a un homicidio culposo.

La Fiscalía ya tiene la mira puesta en los sospechosos y tras la imputación le empezaron a correr términos para tratar de convencer, más allá de toda duda, ante un juez su teoría del feminicidio, algo que tratarán de desvirtuar los abogados defensores, quienes, ante la falta de un video directo del momento de los hechos, se la jugarán por resaltar las dudas alrededor de lo que sucedió realmente esa noche.

Vale recordar que, a la fecha, los sospechosos (Ortegón y Naranjo) no han sido vencidos en juicio, por lo que se presumen inocentes. Eso sí, mientras esto avanza (independiente del resultado) , la familia de Castro está a la espera de conocer la verdad de lo que ocurrió la fatal madrugada del 5 de marzo de 2020.

Redacción Bogotá

Por Redacción Bogotá

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name(61569)02 de febrero de 2021 - 04:22 p. m.
Según todos los indicios, las versiones de testigos, los videos y el sentido común, el más implicado debería ser Mateo que se encontraba en la parte de atrás en camioneta con la jóven y, él sí, pudo empujarla. ¿Femicidio? Díficil. Mentirosos. todos.
Berta(2263)02 de febrero de 2021 - 03:58 p. m.
Miserables machitos marchitos que creen que las vidas de las mujeres no valen nada y que si no hacemos lo que ellos exigen debemos ser violadas, asesinadas, borradas, extinguidas. Eso si, luego dicen: -se trató de un "lamentable accidente"y que respetan la vida humana. Incluso van a misa y comulgan, o bien van a una "iglesia de garaje", de esas que pululan como champiñones.
-(-)02 de febrero de 2021 - 01:31 p. m.
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