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El programa “Papas más nutritivas”, creado por la Universidad Nacional y que cuenta con el apoyo de la Universidad McGill (Canadá), pretende activar el papel de la mujer en toda la cadena productiva del alimento. Comenzó con 120 mujeres en cinco municipios de Nariño y ha conseguido que ellas tengan un lugar en asociaciones de campesinos y pequeños productores.
El modelo fue replicado en las veredas Pasquilla y Pasquillita, de la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, con 40 madres cabeza de hogar. Dos de ellas ahora se encuentran vinculadas con grandes productores de papa y tienen vocería.
Los líderes del proyecto hacen hincapié en que, además de productoras, las madres forman parte del cuidado de la semilla, el cultivo y la calidad del producto, tarea que era realizada los hombres.
Los investigadores de “Papas más nutritivas” trabajan desde hace seis meses en tres componentes: reconocimiento, redistribución y representación, para que las mujeres asuman roles como el uso de agroquímicos, cuidado de la semilla y agronutrientes.
“La mayoría de estas mujeres trabaja, pero la retribución que consiguen se convierte en un insumo exclusivamente destinado para cubrir las necesidades de la familia, dejando de lado sus necesidades, y por ende deben decidir qué hacer con sus ingresos”, explica la docente de la Universidad Nacional Eucaris Olaya, quien coordina el componente de género del proyecto.
El proyecto es financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá y el Fondo Internacional Canadiense para las Investigaciones en Seguridad Alimentaria.