Niña que se quitó la vida en Bogotá sí habría sido amenazada en el colegio

A pesar de que el colegio habría asistido a la menor cuando reportó la amenaza por parte de su compañero, los papás de la niña insisten en que el centro educativo "no hizo nada".

Foto: Eder Rodríguez

Con el pasar de las horas se siguen conociendo detalles de la muerte de Valeri Sofía Aguja, una joven de 12 años -que cursaba grado sexto- y quien fue hallada sin vida en su casa, luego de que su familia denunciara que era víctima de acoso escolar por parte de compañeros del colegio.

El hecho ocurrió la noche del pasado 31 de agosto, en el barrio José Domingo Laín, en Ciudad Bolívar, cuando el padre de la menor la encontró sin signos vitales en su habitación, motivo por el que se contactó con la línea de emergencia, pero al llegar los paramédicos confirmaron su deceso.

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Tras la muerte, que fue noticia este viernes 2 de septiembre, los padres de la niña se dieron a la tarea de contemplar los motivos que habrían impulsado a la menor a atentar contra su vida, fue así como recordaron los episodios de matoneo que ella les había contado.

De acuerdo con los datos recolectados por los investigadores que asumieron el caso, en el historial del colegio IED Unión Europea reposa un antecedente en el que la misma institución educativa reconoce que existió una amenaza hacia Valery, por parte de uno de sus compañeros de curso.

“En el mes de marzo la estudiante presentó una inconformidad sobre una presunta amenaza de un compañero del curso y ante esta situación se realizó apoyo pedagógico, diálogo con los estudiantes involucrados y se establecieron acuerdos de convivencia”, se lee en el documento que conoció El Espectador y el cual fue emitido por solicitud de los investigadores tras conocer la muerte de la menor de edad.

Si bien la familia habló de que habrían sido tres denuncias que interpuso en el centro educativo, y no una, como lo destaca el pronunciamiento que emitió la Secretaría de Educación a las autoridades, es de mencionar que, según dice el mismo colegio, sí se habrían tomado cartas en el asunto.

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Lo que ahora queda por establecer es qué tan efectivo fueron esos “acuerdos de convivencia”, cuál fue el seguimiento que se le dio al caso y si las presuntas amenazas hacia Valeri se habrían repetido, pues eso es lo que dan a entender sus padres.

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