En las últimas horas, la Policía Nacional, a través de su Seccional de Protección y Servicios Especiales, respondió a una llamada de los vecinos de un barrio al norte de la ciudad.
Un niño de 8 años estaba aparentemente abandonado en una vivienda de la localidad de Suba, pidiendo comida y ayuda a sus vecinos. La escena sorprendió tanto por la fragilidad del menor como por la falla institucional que representa este tipo de situaciones.
Más información sobre Bogotá: Pico y placa los sábados en Bogotá para carros foráneos: es más por dinero que por trancón.
Según el relato de algunos vecinos, el niño tocó puertas pidiendo comida. Las imágenes y reportes de la comunidad encendieron una alerta inmediata sobre su situación de abandono y vulnerabilidad.
La Policía intervino para proteger al menor, y en vista del grave riesgo de caída para el menor, ya que según los testigos, se asomó de manera peligrosa a la ventana de su casa, en un tercer piso.
En el lugar, el menor relató a los uniformados que se encontraba solo desde que había salido del colegio, unas horas atrás. Por otro lado, tras verificar las condiciones del inmueble, los policías reportaron condiciones deficientes de higiene y otros aspectos que no hacían del apartamento un lugar idóneo para la permanencia del menor.
Al no aparecer ningún familiar o acudiente en la diligencia, las autoridades procedieron a dejar al menor a disposición de la autoridad administrativa para la verificación y restablecimiento de sus derechos.
Maltrato y violencia infantil
Este caso no es aislado. La violencia contra menores en Bogotá ha crecido de forma alarmante. Según datos del Concejo de Bogotá, en 2025 ya se han reportado más de 8.700 denuncias por violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, lo que podría convertir este año en uno de los más graves en términos de abuso infantil.
Por su parte, la Secretaría Distrital de Integración Social reporta que desde enero hasta julio de este año, las comisarías de familia han atendido 7.824 casos de violencia intrafamiliar con menores de edad como víctimas directas.
Además, los registros de maltrato infantil muestran una escalada preocupante: según datos del Distrito, la tasa de maltrato a menores se duplicó entre 2020 y 2023, pasando de 8,2 a 17,2 por cada mil niños, niñas y adolescentes.
Le puede interesar: Soacha y Chía se unen en su inconformidad frente al nuevo Pico y Placa los sábados en Bogotá.
Para conocer más noticias de la capital y Cundinamarca, visite la sección Bogotá de El Espectador.