La preocupante calidad del aire en Bogotá, especialmente en la zona rural de Ciudad Bolívar, ha llevado a la Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) a declarar el estado de prevención en el área de Mochuelo. Esta alerta surge como respuesta al análisis de los niveles de material particulado (PM 2.5) en el aire, específicamente en la estación Bogotá Mochuelo, entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre de 2023.
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Los datos son alarmantes, según las mediciones de la CAR: los niveles de concentración de PM 2.5 han oscilado entre 38,83 µg/m3 y 69,63 µg/m3 durante este período, superando claramente el límite permitido de 37 µg/m3. Estos valores ponen de manifiesto el grave riesgo para la salud de quienes habitan en la zona y enfatizan la necesidad apremiante de tomar medidas.
La economía circular, que se menciona como un modelo a seguir en el Plan de Gobierno: Bogotá Camina Segura, es una respuesta clave a esta problemática. Al reducir la generación de residuos y promover la reutilización y el reciclaje, se podría disminuir la cantidad de desechos que llegan a Doña Juana, contribuyendo también a mejorar la calidad del aire en Mochuelo y sus alrededores, pues al estar en el sur de la ciudad se ven afectadas especialmente las localidades de Ciudad Bolívar, Usme, Rafael Uribe Uribe y Tunjuelito.
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No obstante, la solución no es solo ambiental. La comunidad de Mochuelo (con más de 10 mil personas), que ha sufrido durante años las consecuencias de la proximidad al botadero de Doña Juana, necesita una indemnización que vaya más allá de la vivienda. Es fundamental generar allí actividades económicas a partir del Parque de Innovación en el botadero de Doña Juana, previsto en el POT Bogotá Reverdece 2022 - 2035, que les permitan un sustento digno, reemplazando la agricultura que solía ser su principal fuente de ingresos.
Este será uno de los retos más significativos en el empalme de la Alcaldía que asume Carlos Fernando Galán, especialmente para las secretarías de Planeación Distrital, Hábitat y Ambiente, pues es fundamental que junto al Concejo logren que el relleno Doña Juana se convierta en un parque ecológico y fuente de generación de energía a partir de la transformación de residuos y optimización operativa, tal como se plantea en el Plan de Gobierno y, que este proyecto no quede en manos de unos pocos privados que han administrado durante años en botadero y las basuras en Bogotá enriqueciéndose como la Familia Ríos Velilla, sino que este garantice la indemnización y la generación de trabajo para esta comunidad, quienes son receptores de toda la basura.
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La calidad del aire en Mochuelo no solo afecta a esta comunidad, sino a toda Bogotá, ya que las enfermedades relacionadas con la contaminación del aire no conocen fronteras. La reciente alerta de la CAR nos recuerda que la acción es imperativa. El bienestar de Mochuelo y la calidad del aire en Bogotá dependen de las decisiones políticas que se tomen en los próximos 4 años.
Esperamos que esta visión sea prioritaria en el empalme de la Alcaldía y también para el Concejo y la bancada de gobierno. Deben priorizar estos temas en el plan de desarrollo, en la planeación de la ciudad y en el presupuesto. La economía circular y la indemnización de la comunidad de Mochuelo son pasos cruciales hacia un futuro más saludable y sostenible para todos.