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El 7 de mayo de 2024 la Superintendencia Nacional de Salud ordenó intervenir y tomar posesión de la Subred Integrada de Servicios de Salud Centro Oriente de Bogotá. Es una decisión inesperada, inoportuna, discriminatoria y poco clara, que invade innecesariamente las competencias territoriales constitucionales en el manejo de la salud, que hace sospechar que las intenciones del gobierno nacional son otras.
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Es una actitud, por decirlo menos, de falta de cortesía con un mandatario que apenas llega y que no lleva más de 5 meses enfrentando los graves problemas heredados de una administración a la que poco le importó la salud de los bogotanos. No hace una semana el alcalde de la ciudad se reunió con el Superintendente de Salud manifestándole toda su voluntad para resolver los problemas del sector salud.
Esta decisión se sustenta en las dificultades financieras de la entidad y sus consecuentes efectos en la calidad de la prestación de servicios, junto con falencias de orden administrativo. Si bien esto puede ser cierto, no es exclusivo de la Subred intervenida. Es un problema estructural, común denominador de casi cualquier entidad pública de salud del país, como resultado del desfinanciamiento crónico agravado durante este gobierno, como lo ha señalado la Corte Constitucional al ordenarle ponerse al día con los pagos de salud.
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Si esas fuesen las razones, se debieron haber intervenido el 40% de las instituciones públicas de salud del país, que hoy se encuentran en riesgo financiero y con un deterioro de sus servicios. Paradójicamente, es una situación que el mismo gobierno ha advertido para justificar reformar a fondo el sector salud, aduciendo que, si esta no se hace, se podría llegar a producir un colapso financiero y de servicios.
Además, en los motivos invocados en la resolución de intervención, no se demuestra que esta sea una situación de deterioro sobreviniente. No se explicita la evolución en el tiempo de los indicadores financieros y de servicios, y menos se comparan con los de otras entidades similares, al menos con los del promedio nacional, como para evidenciar que es algo exclusivo de esta Subred. Por tanto, queda la sensación de que esta es una medida discriminatoria direccionada exclusivamente en contra de la Subred Centro Oriente.
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Como dice el refrán popular “piensa mal y acertarás”. Detrás de la toma de la Subred Centro Oriente estaría la intención del gobierno nacional de asumir el control del proceso de contratación del nuevo hospital San Juan de Dios, en cabeza de esta Subred, ya firmado y en ejecución. Contrato al que se opuso el presidente, quien ordenó su compra y entrega a la Universidad Nacional para que se reviviera allí el hospital universitario que un día lo fue.
Por el bien de la salud de los bogotanos, esperamos que esta situación se resuelva pronto y en buenos términos, sin que se afecten más los servicios. Es bien sabido que estas intervenciones no mejoran la atención.
Detrás de la toma de la subred Centro Oriente estaría la intención del gobierno de asumir el control del contrato del nuevo hospital San Juan de Dios