La alcaldesa Claudia López y el gobernador Nicolás García, con el apoyo del gobierno de Iván Duque y el Congreso, son los gestores del impulso y viabilidad de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca. Ese será el legado conjunto de estos gobernantes a tres meses de culminar sus mandatos.
López y García impulsaron la institucionalidad para trabajar por la integración entre la ciudad capital y los municipios cundinamarqueses de la región, tarea que por décadas parecía imposible. La politiquería bogotana y especialmente cundinamarquesa se resisten a reconocer lo evidente: Bogotá hace parte, está en el corazón y es motor del departamento y este inexorablemente es soporte de la calidad de vida urbana sostenible en la capital de los bogotanos.
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El ex gobernador Jorge Emilio Rey, de Cambio Radical, quien nuevamente es candidato por una coalición de varios partidos, es el mayor impulsor de Regiotram, proyecto que para su avance y culminación requiere el decidido respaldo de quien suceda al gobernador García.
El Regiotram de Occidente en marcha y la definición del proyecto de Regiotram del Norte, con gruesos tropiezos al día de hoy por cuenta de trámites ante entidades del gobierno nacional que preside Gustavo Petro, fue objeto de una pregunta a los candidatos que aspiran a dirigir el departamento.
Resalto el contraste de la informada, robusta y rigurosa respuesta sobre el trámite, avance y alcance de Regiotram que expuso el candidato Rey para explicarlo y defenderlo frente a las posturas de los otros candidatos orientadas más a desestimar el proyecto por cuenta del hecho de que este fue gestado por el entonces gobernador Rey e impulsado por el actual gobernador Nicolás García.
Todos los aspirantes se curaron en salud y advirtieron que respetarán los contratos suscritos y en ejecución, lo que valga advertir no tiene nada de novedoso porque ello no admite postura distinta, responsable y jurídicamente hablando. Pero todos, salvo Rey, dejaron ver su animadversión con Regiotram como está proyectado, sin que hayan planteado serias argumentaciones para cuestionarlo.
Alfredo Molina del partido “En Marcha” del exministro Juan Fernando Cristo, reconoce la importancia del macroproyecto para el departamento, pero su prioridad es la inversión en las vías terciarias y secundarias. Advierte que el Regiotram del Norte es bienvenido, pero que el departamento no tiene dinero para eso.
El candidato Jorge Hernando Lozano es claramente enemigo de Regiotram e incluso de la Región Metropolitana. Lo uno y lo otro lo ve como problemas endosados a los cundinamarqueses. La movilidad no está en su agenda.
Yeilor Rafael Espinel de Dignidad y Compromiso, que lidera Jorge Robledo, se queda en atacar de manera general la gestión de las gobernaciones recientes y los estudios del proyecto. Afirma sin rigurosidad que Regiotram es un tranvía y no un tren.
La candidata de la coalición del Pacto Histórico, Liliana García, resume su postura afirmando lo siguiente: “desafortunadamente tendremos que recibir una obra que para nosotros podría haber sido mejor”. Con total falta de rigurosidad técnica reclama que Regiotram no sea también de carga.
Nancy Patricia Gutiérrez, de la coalición Centro Democrático y Salvación Nacional, se queda en denunciar la existencia de “una rosca política” que gobierna al departamento hace 12 años, en ataque directo a Rey y al actual gobernador García.
Salta a la vista la carencia de rigurosidad y magnitud de una visión integradora en la mayoría de los aspirantes a la gobernación, respecto lo hacen a la Alcaldía Mayor, situación que juega en contra de los políticos del que fuera alguna vez el primer departamento del país, gracias al régimen que entonces consideraba a Cundinamarca como parte de Bogotá y a esta del departamento.
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