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La Personería de Bogotá solicitó a la Secretaría de Movilidad y al Isntituto de Desarrollo Urbano (IDU) que informen si han contratado alguna actividad de mantenimiento o reconstrucción del tramo de la Avenida Boyacá, entre calles 116 y 217, precisamente donde la señora Adriana Bonilla perdió un ojo (el pasado 8 de mayo) tras caer de su bicicleta y golpearse con un pedazo de tubo enterrado en el césped del tramo costado derecho de la ciclorruta.
El Ministerio Público Distrital solicitó a dichas entidades que indiquen, si existe una obra, cuáles son las razones por las que hay una tubería sin ningún tipo de señalización aledaña a uno sus costados, que representa un peligro latente para los biciusuarios. Asimismo requirió que se precise el inventario que se ha adelantado para eliminar estos u otros elementos que puedan generar accidentes en las ciclorrutas de la ciudad.
Hace un año, la Personería advirtió que cerca del 17% de las ciclorrutas y bicicarriles estaban en mal o regular estado. Se denunció que había varios tramos sin continuidad, inundados, con huecos, sin señalización e iluminación, invasión de vehículos y vendedores informales.
Según el Distrito, a junio de 2019 hubo 1.053 accidentes no fatales en bicicleta, lo cual significa un incremento del 13% con respecto al año anterior.
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