A 30 años de prisión fue condenado Pascual Guerrero Rincón, el líder de un clan devenido en banda criminal, una de las más temidas de la ciudad, cuya caída se selló con una división familiar y una guerra fratricida.
El juez no solo consideró a Guerrero Rincón como el jefe “Los Pascuales”, un grupo dedicado al microtráfico y al hurto, que delinquía en el sector de Villa Nidia, al norte de Bogotá. También lo señaló como el autor intelectual de la muerte de su hermano, Luis Guerrero Rincón, quien, según las autoridades, conformó la banda “Los Luisitos”, una disidencia de Los Pascuales, que le disputó los negocios y el territorio.
Los hechos ocurrieron el 6 de enero de 2013 en Villa Nidia. Ese día se reunieron representantes de ambos clanes para negociar y ponerle freno a la guerra desatada entre miembros de una misma familia. La cita fue en un asadero, pero lo que se pactó como un encuentro de paz, terminó en una balacera en la que murieron dos hijos de Guerrero Rincón y dos representantes de “Los Luisitos”.
Después del tiroteo, Guerrero Rincón le ordenó a su hijo Orlando que asesinara a Luis (su tío). Por ese asesinato fue condenado, mientras lo absolvieron por porte ilegal de armas, en una decisión que apeló la Fiscalía.
La historia del clan de “Los Pascuales” se remonta a los 90, cuando el padre de Pascual Guerrero (del mismo nombre) llegó a Bogotá procedente de Huila. Sus hijos empezaron en el negocio de la seguridad privada y rápidamente dieron el salto a actividades delincuenciales. Incluso se les llegó a señalar como una banda de sicariato vinculada al entonces Clan Úsuga (hoy llamados Clan del Golfo), otro grupo criminal que nació como banda familiar.
En 2008, varios miembros de los Pascuales fueron capturados, lo que los debilitó y motivó la formación de la disidencia familiar conocida como “Los Luisitos”. Entonces, la situación en Villa Nidia era tan pesada que el presidente Juan Manuel Santos realizó allí un consejo de seguridad, tras el cual ordenó que se incrementara la persecución de las autoridades contra ambos grupos, cuyos miembros están hoy, en su mayoría, muertos o en la cárcel.