Un caso de intolerancia se presentó en el barrio Lijacá, en el norte de Bogotá, en donde un hombre habría matado y empalado a un perro que minutos antes había matado a su mascota.
Según relatan los habitantes, el agresor, invadido por la rabia, habría amarrado a un poste al perro y luego lo habría golpeado con un palo hasta causarle la muerte, lo que generó indignación en los vecinos quienes manifestaron que, aunque entendían que la muerte de la mascota causara dolor, no era razón para cometer un acto tan atroz.
Por tanto, la comunidad pide que el agresor se entregue y responda por lo que cometió, ya que lo consideran como un peligro para la comunidad.
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Entre tanto, luego de que la Policía fuera alertada por la comunidad, se desplegó un operativo para investigar y analizar videos y testimonios con el fin de encontrar al responsable de la aberrante muerte.