Preocupa incremento de hurtos violentos en Bogotá

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En los dos primeros meses del año se registraron 17.903 denuncias por hurtos en Bogotá, 20 % más que las registradas en el mismo período del año pasado. Las cifras no incluyen los preocupantes casos de inseguridad que han ocurrido recientemente, como las muertes de los ciclistas Óscar Giovanny Rodríguez y José Antonio Silva, quienes fueron asesinados en Suba por ladrones de bicicletas, o el de María Gladys Ramírez, una mujer de sesenta años asesinada a golpes en Fontibón, tras resistirse a un atraco.

Más allá de las alarmas y de que las cifras de hurtos vienen en aumento en la capital, lo que evidencian los últimos hechos es que los ladrones cada vez son más violentos y ya no se conforman solo con quedarse con los objetos de sus víctimas; ahora también les están arrebatando la vida.

El caso más reciente ocurrió en la zona conocida como Puentes de Lisboa, una solitaria vía que conecta las localidades de Suba y Engativá. Allí, ocultos entre los matorrales y uno de los puentes del sector, tres sujetos esperaron a Óscar Giovanny Rodríguez, a quien apuñalaron para despojarlo de su vehículo.

Aunque en el barrio se han denunciado 22 hurtos en lo corrido del año, residentes del sector coinciden en que la zona facilita el accionar de la delincuencia debido a que es oscuro, es nula la presencia policial y el CAI más cercano queda en el barrio La Gaitana, a 15 minutos en carro.

La modalidad con que los ladrones hurtaron la bicicleta y acabaron con la vida de este hombre de 34 años, padre de dos menores de edad, es similar a la que usaron hace dos semanas los delincuentes que asesinaron a José Antonio Silva, también con el objetivo de quedarse con su vehículo.

El asesinato de Silva ocurrió a pleno mediodía, a la altura del Alto de la Virgen, en la entrada a la parte alta de la localidad de Suba. Los criminales lo esperaron en el puente y le causaron varias heridas mortales con arma blanca, antes de llevarse su vehículo.

Estos casos tienen encendidas las alarmas de todos. El Distrito anunció que reforzará el registro de bicicletas, mediante la Secretaría de Movilidad, y que hoy llevará a cabo una nueva jornada en Puente Aranda.

Asimismo, las alcaldías locales se preparan para tejer frentes de seguridad junto a la Policía. Sin embargo, expertos indican que la raíz del aumento de los hurtos de bicicletas es un mercado negro cada vez más poderoso y que no ha sido atacado efectivamente.

“El mercado negro de bicicletas robadas genera al mes casi $320 millones, adicionales a los de autopartes de bicicleta, que puede mover hasta $160 millones. Hoy transitan en la ciudad bicicletas cuyo valor sobrepasa los $10 millones y unas que llegan a superar los $40 millones. Los ladrones han logrado identificar estas marcas, el chasis y el tipo de vehículo, para poder mover el mercado negro”, dice Andrés Nieto, experto en seguridad ciudadana de la U. Central.

El analista también mostró su preocupación por casos como el del barrio Modelia, donde los ladrones asesinaron a golpes a María Gladys, una mujer de sesenta años que intentó evitar que le robaran el bolso. “Este año hay un aumento en los hurtos, al comparar las cifras con el mismo período del año pasado. Sin embargo, hay datos que terminan generando más preocupación: por ejemplo, en los ataques directos, lastimosamente ha subido el uso de armas blancas y de fuego”.

La situación es compleja, especialmente en la localidad de Suba, que registra la mayor cantidad de denuncias por hurto. Sin embargo, hay otras zonas donde también se encienden las alarmas por el número de reportes, como Usaquén y Kennedy, o las localidades de Chapinero y Santafé, donde una persona tiene más probabilidad de ser atracada.

El panorama es más angustiante si se tiene en cuenta que, según las cifras de la Policía, los barrios que tradicionalmente han encabezado la lista de las zonas con más denuncias siguen siendo los mismos. Cambiar este panorama queda en manos de las autoridades.