Con el espejo retrovisor y hablando de los “pecados” de la anterior administración. Así comenzó el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, la exposición de su gestión en cien días de gobierno. Acompañado de sus colaboradores y seguidores, el mandatario se mostró seguro y tranquilo. No era para menos, pues cada logró que destacaba venía acompañado de una ola de aplausos. El primer logro que presentó fue el de seguridad. Las cifras señalan que en lo corrido de 2016 el hurto de bicicletas, a residencias y de celulares cayeron 8 %, 14 % y 48 %, respectivamente y se ganó una vez más la ovación del público. Una histeria que también se notó cuando mencionó la reducción de 15 % de los homicidios en tres meses.
Los otros anuncios de Peñalosa se concentraron en la gestión realizada en política habitacional, recalcando que “la vivienda de interés social volvió a Bogotá”, tras la alianza del Distrito y el Gobierno Nacional para construir 80.000 viviendas el próximo año. En cuanto a movilidad, el mandatario habló de avances en la infraestructura al haber tapado 8.300 huecos y por haber mejorado la velocidad en la troncal Caracas y en la carrera 11, en 10 % y 40 %, respectivamente. Asimismo, insistió en el papel del “Libro Blanco”, en el que se denuncian 442 irregularidades que encontraron y que darían pie a una investigación disciplinaria. Y en materia ecológica destacó su “propuesta de transformación de la reserva Van der Hammen para que se dé una real conectividad ecológica entre los cerros orientales y el río Bogotá”. Toda esta lista de logros le dio pie al burgomaestre para concluir que su balance es positivo.
A pesar de esto, y aunque es poco tiempo para hacerle un real corte de cuentas a la administración, en el Concejo de Bogotá hay diversas opiniones sobre su gestión. Por ejemplo, el concejal del partido Alianza Verde Antonio Sanguino considera que algunas iniciativas, como la creación de la Secretaría de Seguridad y la mejora de algunos de los indicadores de movilidad dan muestra de que ha habido cambios positivos. Sin embargo, insiste, todavía falta más claridad con algunos proyectos, como es el caso de los proyectos de construcción en la reserva Van Der Hammen y la venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB). “Aunque el Distrito ha dado luces de lo que pretende con estas iniciativas, aún no existe un estudio serio que justifique estas acciones”, dice Sanguino.
Para el concejal del Polo Democrático Manuel Sarmiento, “la gestión de los primeros cien días del alcalde Peñalosa ha sido mala, pues se ha dedicado a poner el Estado al servicio de los grandes servicios. Además, algunas políticas han perjudicado a los ciudadanos de a pie, como, por ejemplo, el incremento de la tarifa del Transmilenio y del SITP por encima del aumento del salario mínimo. Asimismo, está decidido a realizar el metro elevado, sin que existan estudios técnicos que soporten su idea. Como si no fuera suficiente, sus propuestas sobre la reserva Van Der Hammen representan un riesgo ecológico, una iniciativa que está pensada solo para ayudar a los que financiaron su campaña y algunos miembros de su gabinete, como el señor secretario de Planeación. Le ha ido bien en cosas como limpiar la ciudad, pero en los asuntos fundamentales está fallando”.
Por su parte Roberto Hinestrosa, presidente del Concejo de Bogotá, afirmó: “La propuesta del metro que hace el alcalde es moderna y factible. El mejoramiento de la movilidad es un tema fundamental e igualmente hay que destacar la estructuración de la Secretaría de Seguridad. Diría que Bogotá cada vez se está viendo como una ciudad en la que se puede vivir de una mejor manera con parques, campos deportivos y la inversión que se va a hacer en jóvenes y familias. Por otra parte, también destacaría temas como la sobretasa a los parqueaderos o el proyecto del pago del predial en cuotas. Hay un balance positivo y equilibrado entre calidad de vida y la demanda de parte de la ciudadanía”.
José Manuel Restrepo, economista y rector de la Universidad del Rosario, dijo que necesitará más tiempo para poder apreciar los resultados de la administración Peñalosa. Sin embargo considero que por el momento el balances es positivo. En especial, porque lo primero que hizo fue dejar claro el estado de la ciudad, revelando las ineficiencias y los retos de la ciudad, para demarcar el punto de partida y así trazar la hoja de ruta para cumplir con sus metas. Asimismo también se destacan los logros parciales en materia de seguridad, movilidad y sobre todo el nuevo dinamismo que le ha dado al sector construcción”.
Aunque la mejoría en los índices de seguridad es uno de los logros más tangibles de Peñalosa en lo corrido de 2016, todavía existen varios retos en este aspecto. Para Jairo Libreros, experto en seguridad ciudadana y profesor titular de la Universidad Externado, fue una buena decisión la creación de la Secretaría de Seguridad. “La ciudad necesita personas que piensen todo el día cómo bajar la criminalidad. Sin embargo, para lograrlo deben entender la necesidad de utilizar la tecnología como aliado, por esto es fundamental elevar drásticamente el número de cámaras de seguridad IP para conectar las imágenes a la red. Pero antes de consolidar la videoseguridad se debe tener la infraestructura digital. Un ejemplo que no se puede repetir es el de Transmilenio, que tiene cámaras archivadas porque no se ha logrado conectarlas a internet”.
En lo que sí coinciden todos los consultados es en que cien días no es tiempo suficiente para medir si la gestión del alcalde ha sido buena o mala. Por ahora, muchas de las promesas que el gobernante realizó en campaña aún están en etapa de estudio y muchos de los grandes proyectos “seguramente estarán en obras cuando entregue la ciudad”, reconoció Peñalosa ayer durante su balance.
Es por esto que lo único que se puede decir es que por ahora la ciudad apenas ha visto una muestra de lo que serán los próximos años de la administración Peñalosa. Y aunque hay opiniones divididas frente a los cien días de administración y el nuevo rumbo que ha tomado la ciudad, es prematuro determinar por ahora si la ciudad va por buen camino o no.