"Aquellos que comercialicen ramos elaborados con hojas de palmas de cera y vino podrían pasar entre tres y siete años de cárcel y pagar multas de hasta cinco mil salarios mínimos mensuales legales vigentes", así lo afirmó Margarita Flórez, secretaria de Ambiente.
Desde 2009, la CAR no otorga permisos de aprovechamiento de palma de vino procedente de los municipios de Nilo, Villeta, Yacopi y Girardot. Según la Secretaría de Ambiente, en 1998 se realizó el último decomiso de palma de cera en Bogotá, cuya tala está prohibida desde 1985 cuando fue declarado árbol nacional y símbolo patrio.
Para preservar el entorno ambiental y evitar que se siga destruyendo la Palma de Cera y Vino, la Secretaría de Ambiente lleva a cabo un compromiso con las iglesias católica, anglicana y luterana en el que se acuerda difundir mensajes de conservación de la naturaleza entre sus feligreses.
A esta unión se suman organizaciones no gubernamentales como la Bancada Animalista, la fundación Proaves y Jardineros.
"La participación de la iglesia es clave para frenar la utilización de especies de la flora colombiana en la elaboración de los ramos, ya que será la encargada de difundir el mensaje ecológico entre todos sus feligreses. El llamado es para que los bogotanos aprendan a hacer los ramos ecológicos, o lleven otros elementos que no atenten contra la naturaleza", dijo Margarita Flórez, secretaria de Ambiente.