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¿Firmó usted hace unos meses la planilla de recolección de apoyos para convocar a la revocatoria del mandato del alcalde Gustavo Petro? ¿Pensó que su nombre nunca saldría a la luz? Se equivocó. Si usted, su vecino, su jefe, su novia o el jefe de su partido ingresan su cédula en la página Cuidomifirma.net, podrán ratificarlo o descubrirlo.
La página de internet se presenta como una herramienta para determinar si la cédula de un individuo fue usada de manera irregular durante el proceso de recolección de las 357.500 firmas que validó la Registraduría Distrital para hacer el llamado a las urnas. De encontrar alguna irregularidad, el ciudadano es invitado a reportarla con una aplicación que ofrece el mismo portal.
La herramienta, que se conoció ayer, causó polémica entre analistas y en redes sociales. Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electora (MOE), aseguró en Caracol Radio que el mecanismo podría estar violando la Ley de Hábeas Data que protege los datos de las personas. Carlos Fernando Galán, excandidato a la Alcaldía de Bogotá, se limitó a trinar: “¿Esto se puede divulgar así no más? No creo”.
Algunos ciudadanos que identificaron sus nombres en la página se comunicaron por Twitter con El Espectador, indignados: “Es una falta de respeto total. La Registraduría tiene que responder”, aseguró Daniel Ortiz. María Fernanda Ávila, por su parte, dijo: “Es gravísimo que se viole el derecho a la privacidad. Entre esto y la lista Maisanta de Venezuela no hay ninguna diferencia”.
Detrás de la herramienta se encuentra un grupo de ingenieros de sistemas cercanos a Progresistas, según pudo confirmar ayer El Espectador en diálogo con Luis Fontalvo, abogado y líder del equipo de grafólogos contratados por el movimiento para revisar minuciosamente la validez de las firmas.
Fontalvo explicó que los ingenieros no tienen relación directa con la Alcaldía, pero “son amigos de la causa de la Bogotá Humana”. Los profesionales se contactaron con el Movimiento Progresistas a través de redes sociales y construyeron la herramienta basada en los listados obtenidos por los defensores del alcalde.
“Los ingenieros me prometieron informarme una vez pusieran en marcha la página. Y recientemente me dijeron que ya se identificaron uno o dos casos en que las cédulas fueron utilizadas de manera irregular”, asegura Fontalvo.
Pero la herramienta de los progresistas ha generado molestia entre quienes consideran que, como el voto, la firma de un individuo que apoya el llamado a una revocatoria debería ser secreto.
Fontalvo defendió la legalidad de la página de internet y aseguró que no hay una norma en Colombia que “establezca la reserva sobre los mecanismos de participación ciudadana”. Añade: “Todas esas actuaciones son de carácter público. Una cosa es el voto secreto y otra cosa es una firma de apoyo. El que firma esto se enfrenta al rigor de la crítica pública. Ahí no hay atentado contra la intimidad”.
La polémica por el derecho de los Progresistas a revisar las firmas recogidas por el representante Miguel Gómez y su equipo estalló ya hace varios meses, cuando el alcalde Gustavo Petro y su equipo requirieron a la Registraduría las planillas con las más de 600.000 firmas recogidas desde el comienzo de este año.
La Registraduría no encontró bases jurídicas para negarse a entregar las firmas al grupo de veedores progresistas, y desde entonces los grafólogos y técnicos allegados al alcalde Gustavo Petro han revisado las rúbricas recogidas. Pese a que en su momento los Progresistas aseguraron que sólo 67.000 firmas cumplían todos los requisitos de ley, la Registraduría Distrital avaló 357.500 de ellas, decisión que fue apelada ante la Registraduría Nacional por el equipo del alcalde.