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Hace un par de meses, el concejal Carlos Vicente de Roux, uno de los más cercanos aliados del alcalde Gustavo Petro, con quien realizó el informe de seguimiento al cartel de la contratación, mostró su distanciamiento con el mandatario y la bancada progresista. Sin embargo, solo en la noche del lunes lanzó un mensaje directo en su página web, que tituló “Las prórrogas de megacontratos desfavorables para Bogotá están cortadas con la misma tijera”. Un mensaje que, para muchos, va más allá de un fuerte reparo y tiene visos de una ruptura política inminente del progresismo.
A finales de junio pasado, el concejal De Roux contó a El Espectador que estaba dispuesto a promover una moción contra el entonces secretario de Movilidad, Rafael Rodríguez, como una forma de enviarle una señal fuerte al alcalde respecto a la crisis de la ciudad en el tema de contratación en movilidad. Los argumentos de esta movida se basaban en las prórrogas que el Distrito ha hecho a empresas como el consorcio Servicios Integrales para la Movilidad (SIM), Eucol (encargado de los paraderos de Bogotá) y a los operadores de las fases I y II de Transmilenio.
A juicio del concejal, todos estos son “contratos que tuvieron que adjudicarse por licitación y en lugar de ello se adicionaron y son desequilibrados para la ciudad”, como se lo dijo entonces a este diario. Estas mismas razones las reiteró De Roux en la denuncia que publicó este lunes, donde recordó que las extensiones a dichos acuerdos han sido “sumamente favorables para los operadores” y que por cuenta de ello el Distrito podría estar perdiendo unos $250 mil millones.
Sigue a El Espectador en WhatsAppPero el concejal fue más allá y cuestionó que, precisamente, la práctica de prorrogar contratos sin sacarlos a licitación, tan criticada en el informe sobre el carrusel, “ha hecho carrera en el actual gobierno”. Así que las críticas de Carlos Vicente de Roux fueron tomadas por muchos como el preámbulo del anuncio oficial del quiebre en el progresismo. De hecho, fuentes de toda confiabilidad aseguran que el cabildante sí confirmará la ruptura en los próximos días. En marzo, este diario contó cómo el alcalde Petro estaba elaborando la estrategia para refundar el progresismo con miras a las elecciones locales del próximo año.
En esta perspectiva, las opciones que les habrían quedado a los concejales de la bancada fueron separarse definitivamente de la Alianza Verde, asumir el hecho de quedar sin partido o acompañar a Petro, en una idea que incluiría irse de gira por el país para conseguir firmas de respaldo para el nuevo movimiento.
De acuerdo con el concejal Diego García, el alcalde “ha asumido no tener bancada, sino ser un proyecto político por sí mismo. Algunos estamos dándole forma a la Alianza Verde, que es la que firmó Antonio Navarro y es la que nos interesa. Mientras que Petro está armando su proyecto con la cabeza de Hollman Morris y eso no nos interesa”.
Se sabe que este jueves los concejales de la Alianza Verde tendrán que dar una respuesta frente a si deciden continuar o no en esta corriente o seguir al alcalde Petro, pues la aclaración fue un pedido que hizo directamente la senadora Claudia López al copresidente del movimiento, Luis Carlos Avellaneda.
Al consultar a la concejal María Fernanda Rojas sobre la movida de De Roux, dijo que precisamente los cabildantes están para advertirle al alcalde los errores que se deben corregir. Dijo también que ve en la Alianza Verde una posibilidad de tener una corriente progresista que defienda temas como el medio ambiente y la defensa de lo público y que no considera que le haga bien al país el “estar iniciando una nueva aventura política cada cuatro años”.