Seis de cada diez padres han castigado a sus hijos de manera física

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A propósito de la celebración de los 29 años de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959, es preciso recordar el panorama al que enfrenta Bogotá para seguir promoviendo el respeto hacía los menores de edad. 

De acuerdo con la encuesta nacional de demografía y salud, realizada cada cinco años, respecto a los castigos físicos o verbales, ocho de cada diez madres son quienes castigan a sus hijos o hijastros, mientras que cuatro de cada diez padres lo hacen. 

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Durante la encuesta, la proporción se mantiene, evidenciando también que las mujeres son la población en la que recae mayoritariamente el cuidado de los niños, teniendo los porcentajes más altos en cuanto a castigos.

Lo anterior explica las cifras que establecen, según la investigación, que 26 % de las mujeres ha castigado a sus hijos o hijastros con golpes con objetos, frente al 16 % de los hombres.

Otra porción de los padres encuestados advierte que ha castigado a sus hijos con palmadas o empujones. Las cifras, en este caso, son las mismas, 15 % tanto de hombres como mujeres encuestadas han utilizado este medio para reprender a sus hijos.

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Frente a otras formas de castigo no físico contra sus hijos e hijas, el 54.6 % de las mujeres y el 34.8 % de los hombres les castigan prohibiéndoles algo que les gusta, mientras que el 49 % de mujeres los reprende de manera verbal frente al 38 % de los hombres. 

Sin embargo, el peor escenario no se encuentra en dichas cifras. Según Medicina Legal, hasta mayo pasado habían fallecido de forma violenta en el país 289 menores, alrededor de dos cada día. Sólo en la capital hay reportes de 26 niños y adolescentes asesinados. Al revisar las cifras de maltrato infantil, la entidad advierte que el número de menores violentados en 2018 asciende a 4.538, un incremento del 10 % respecto a los casos ocurridos hasta mayo de 2017, cuando se contaban 4.107.

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Bogotá tampoco sale bien librada en este frente, pues de cada tres casos de violencia contra los niños, al menos uno se reporta en la capital (1.649, en total).

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los niños y niñas que reciben castigo físico o humillante tienen más riesgo de sufrir estrés y trastornos del desarrollo cerebral temprano, alteraciones en el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario, y de adultos sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como: aceptación de la violencia como parte de las relaciones afectivas, baja autoestima, acoso como víctima o victimario, violencia de género y maltrato hacia los propios hijos e hijas.

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