Miguel Uribe (del Partido Liberal) fue presidente del Concejo en 2014. / Miguel Uribe (del Partido Liberal) fue presidente del Concejo en 2014.
Foto: El Espectador - David Campuzano
El último debate de control político que se realizó en el Concejo de Bogotá dio cuenta de la preocupación de los cabildantes sobre el futuro de las obras de movilidad que están incluidas en el cupo de endeudamiento, que fue aprobado en septiembre de 2013 y que causó mucho revuelo por ser una cifra tan alta: $3 billones. Según algunos concejales, esos proyectos no se van a terminar para la Administración del alcalde Gustavo Petro y tienen grandes retrasos a la fecha.
El concejal Miguel Uribe afirmó en el debate que eso se debe a que las obras no costaban $2,5 billones, según el presupuesto aprobado por el cabildo en 2013, sino que, según información del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), es de $3,5 billones, “lo que representa una diferencia de casi $1 billón respecto a lo estimado por esta misma entidad inicialmente”, dijo Uribe.
Lo que les preocupa es que obras como la Avenida Jorge Gaitán Cortes (desde Av. Boyacá hasta Av. de Congreso Eucarístico), intercepción Av. Chile (por Avenida Ciudad de Cali), Av. Bosa (desde Avenida Ciudad de Cali hasta Av. Tintal), Av. Primero de Mayo (desde carrera 3 este hasta calle 11 sur) y la Troncal Av. Villavicencio (Portal Tunal – NQS) no se ejecutarán por falta de recursos, pues los $247 mil millones programados en el cupo no alcanzan a financiarlas y faltarían $180 mil millones, de acuerdo con las declaraciones de Uribe.
Dentro de las obras que están en veremos para este año está el cable aéreo de Ciudad Bolívar, cuyo costo, según Uribe Turbay, aumentó 60%, ya que pasaron de $129 mil millones a $206.400 millones. Eso sin contar que aún no se ha licitado el de San Cristóbal y que al parecer también tendrá un sobre costo.
“El alcalde Gustavo Petro prometió construir con este cupo de endeudamiento29 obras claves para mejorar la movilidad de la ciudad, pero a septiembre de 2014 ninguna de las obras se había construido. Por ejemplo, la Troncal Avenida Boyacá, cuya construcción se estima en $1,2 billones solo ha avanzado en estudios, diseños y factibilidad”, denunció el concejal.
A propósito de ese tema, el director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), William Camargo, aceptó que sí existen retrasos en estas obras que están dentro del cupo de endeudamiento y que por ahora no se tiene planeado la construcción de más troncales de Transmilenio. Camargo atribuyó el atraso a la compra de predios que aumentaron de valor y que por su negociación ha afectado al cronograma de los proyectos de movilidad.
“Dado que el índice de costos de la construcción pesada crece en menor valor de que lo que crece el costo de los predios, es más conveniente en algunos casos, existiendo disponibilidad de recursos, comprar anticipadamente los predios para evitar un mayor costo de las obras, por el componente predial”, aseguró el director del IDU.
Sin embargo, algunos detractores dicen que esta no es una excusa, pues de acuerdo con una advertencia de la Contraloría Distrital, desde el año de 1973 y hasta junio de 2014, la Administración compró más de 1.838 predios por un valor cercano a los $393.260 millones, que no se han usado para la ejecución de las obras para las que fueron adquiridas.
“Tan solo en la actual Administración se han adquirido 199 predios por valor de $39.900 millones, pero solo se han utilizado 18 predios, es decir, Bogotá tiene 181 predios comprados en esta Administración por más de $31.400 millones que no se están utilizando y que no se sabe a ciencia cierta cuándo se van a utilizar”, expresó Diego Ardila, contralor de Bogotá.
Una cifra histórica
El cupo de endeudamiento fue aprobado en septiembre de 2013 por $3,03 billones, con una votación de 26 concejales a favor y 11 en contra. "El Concejo de Bogotá hizo un gran trabajo al garantizar la financiación de la infraestructura de movilidad y educación. Queda asegurada la financiación de la primera línea del metro por parte de Bogotá", dijo en ese entonces el alcalde.
Dicho cupo de endeudamiento, catalogado en su momento como “una cifra histórica”, se usaría para dos grupos de obras. En el primero, que costaría $905.000 millones, estaba la ampliación o construcción de vías como la avenida Bosa, avenida de la Hortúa, el corredor de la avenida calle 1, avenida José Celestino Mutis, avenida Circunvalar, par vial carrera sexta- carrera séptima, avenida calle 183, avenida Rincón Tabor, carrera novena, corredor avenida Alsacia o calle 12, avenida Primero de Mayo, avenida Gaitán Cortés y la intersección de la calle 72 con avenida Ciudad de Cali.
En el segundo grupo de obras, que según el Distrito costará $1.6 billones, era para la ampliación de ciclorrutas y la construcción de dos cables aéreos: uno en la localidad de San Cristóbal, que irá hasta el Portal 20 de julio de Transmilenio, y el Cable de Ciudad Bolívar, que bajará hasta el portal El Tunal de Transmilenio, con ampliación del portal. Ambos costarían unos $250.000 millones.
También se tenía pensado que con esto se financiaría la primera línea del metro pesado, que irá desde el Tintal hasta la carrera novena con calle 127. Además, $710.000 millones se destinarían a la construcción de la Troncal de Transmilenio de la avenida Boyacá, la cual iniciará en la troncal de la Autonorte y termina en el cruce de Yomasa. Las otras obras de Transmilenio de ese segundo grupo eran la ampliación de la troncal Caracas, extensión Molinos hasta el Portal de Usme, conexión de Las Américas con la carrera 30, y conexión de la av. Villavicencio, desde el Portal del Sur hasta el Portal el Tunal.
Por Redacción Bogotá
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