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Transmilenio tendrá la misma flota hasta 2018

La veedora distrital plantea dudas sobre calidad de articulados e iniciativa que preparan privados para continuar en el negocio.

Verónica Téllez Oliveros
07 de mayo de 2013 - 09:19 a. m.
Los operadores de  troncales como la Caracas, Suba, Usme, NQS y calle 80 de Transmilenio continuarán a cargo de la labor por cerca de tres años más.   / Archivo
Los operadores de troncales como la Caracas, Suba, Usme, NQS y calle 80 de Transmilenio continuarán a cargo de la labor por cerca de tres años más. / Archivo

Aunque en marzo el alcalde Gustavo Petro anunció un acuerdo con los operadores de las fases I y II de Transmilenio, sólo hasta ayer se concretó la firma con seis de los siete privados para extender sus contratos y reducir su remuneración. Pero no todo está dicho sobre la renegociación. Pese a que el Distrito celebra la reducción de ganancias de los empresarios, aún no ha explicado con detalle qué tanto gana la ciudad en mejoramiento del servicio y qué pasará con el operador con el que no se ha llegado a un acuerdo.

Mientras ayer en la Alcaldía los operadores privados de las fases I y II del sistema firmaban las modificaciones a sus contratos para rebajar su tarifa en 13%, en el caso de la Fase I, y 9,65% para la Fase II (y quedarse por tres años más con el servicio), Transmilenio invitó a negociar nuevamente al consorcio SI 99, encargado del patio de Usme, con 254 articulados.

Víctor Martínez, representante de SI 99, le dijo a El Espectador que antes de terminar el mes espera llegar a un acuerdo con el Distrito. Explicó que una de las razones de peso por las que el consorcio no firmó la renegociación pactada ayer es que faltaban elementos como las mejoras en la calidad y el servicio al usuario, la reparación de las vías (especialmente la avenida Caracas), la ampliación de estaciones y patios, así como los cambios en la programación de las rutas, todos ellos a cargo de Transmilenio.

El tema de la reparación de vías no es insignificante. Si la renegociación implica que a los buses se les amplía su vida útil (el nuevo límite de kilómetros que podrán recorrer aumentará de 1’000.000 a 1’240.000). ¿Cómo garantizar su calidad en medio de huecos como los de la Caracas y la seguridad de los usuarios?, es una duda en la que coincide la veedora Adriana Córdoba.

Según consta en los contratos firmados ayer y conocidos por este diario, una vez los buses hayan recorrido el 1’000.000 de km deberán presentar ante Transmilenio una certificación que indique que han sido sometidos a reparaciones mecánicas y técnicas, y que están listos para seguir rodando hasta cumplir el nuevo tope fijado. Hermán Arias, representante de los operadores, agregó que en cada articulado se invertirán $85 millones para hacer dichos alistamientos.

En cuanto a la reparación de troncales como la Caracas, el Distrito optó por dejarlo en manos de una asociación público-privada (APP), ya que no hay recursos para su ejecución.

Por el momento, el Distrito logró garantizar la prestación del servicio en las fases I y II del sistema. Como lo contó este diario el 24 de febrero, era incierto el camino que tomaría el Distrito ante la salida de casi 500 buses en 2013 sin tener una licitación estructurada para elegir un nuevo operador o una renegociación aprobada con los actuales. Fernando Sanclemente, gerente de Transmilenio, reconoció que aunque preparaba un proceso licitatorio, “éste no permitía llegar a diciembre con la nueva flota rodando”.

Otra de las preocupaciones que expresó la veedora distrital tiene que ver con que Transmilenio se haya comprometido con los privados a posponer la apertura de la licitación para prestar el servicio de la Fase I del sistema, mientras evalúa una propuesta de APP que presentarán estos mismos empresarios.

“No es claro por qué se busca una APP sobre un proyecto que es público y que ya existe (infraestructura como estaciones y troncales). Las APP son caminos más costosos comparados con concesiones. Habrá que conocer más detalles, porque en los documentos de ayer no hay nada referido”, aseguró la veedora.

Se sabe que algunos de los consorcios tienen la intención de incluir en su propuesta de APP el hecho de compartir rentas con el Distrito. Con ello, el alcalde Gustavo Petro trata de cumplir con su idea de que el Distrito tenga participación en el servicio y no todo quede en manos de los privados. Durante el extenso proceso de renegociación, su gobierno logró una disminución del 13%, mientras que cuando los diálogos comenzaron, la intención de su exsecretario de Gobierno Guillermo Asprilla era obtener un 25% o que el mismo Gobierno operara el sistema. Por esta razón, para muchos expertos la renegociación sólo es una medida para apagar incendios de corto plazo.

Por Verónica Téllez Oliveros

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