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La tensión se sintió desde el registro de asistentes. Personas con pancartas en contra de la venta de la ETB y con camisetas de la revocatoria eran la señal de que la mayoría estaban en el auditorio del IDRD para rechazar la decisión de la administración de vender este activo de la ciudad. El alcalde Enrique Peñalosa llegó a las 9:00 a.m. para explicar a través de los medios por qué decidió enajenar la compañía. Se veía cansado y preocupado. No era para menos: era la primera vez que se enfrentaba cara a cara con sus opositores y los líderes del proceso de revocatoria. (LEA: La ETB: lo que está a la venta)
Pero no llegó solo. Estuvo acompañado de sus secretarios, quienes no se alejaron de él, que en reiteradas ocasiones recibió insultos y críticas del público. También hubo una gran asistencia de funcionarios, algo que cuestionaron los opositores, pues lo vieron como una estrategia para llenar el recinto. El alcalde fue claro desde el comienzo en decir que el cabildo era para escuchar a los ciudadanos y exponer las razones del Distrito, pero que la decisión ya estaba tomada: “Preferimos la inversión social que la inversión empresarial”. (LEA: Venta de la ETB: lo que viene)
El mandatario argumentó que la compañía en estos momentos genera pérdidas y que el Distrito no tiene cómo invertir en ella: “Prefiero usar esos recursos en colegios y hospitales que en la bolsa”. A eso sumó que existe un alto riesgo en el mercado de las telecomunicaciones por la competencia y que países como Alemania decidieron ceder estas empresas a los privados en beneficio del patrimonio público. De hecho, sentenció que si no se vende ahora, podría terminar como Telecom, y los mayores perjudicados serían los bogotanos.(LEA: A resolver las dudas sobre venta de la ETB)
Insistió en que su prioridad son los niños y los ciudadanos que necesitan de un buen sistema de salud, no los intereses de los sindicatos. Y concluyó que el dinero de la venta servirá para construir 10 colegios, ocho jardines, seis hospitales y 16 centros de discapacidad nuevos. La charla fue interrumpida para dar inicio al cabildo. (LEA:Venta de la ETB: lo que les responde Peñalosa a los sindicatos)
Al entrar al recinto, el mandatario fue chiflado por los que estaban en el auditorio. Mientras los concejales se presentaban, los asistentes gritaban arengas de “vendido” y “revocatoria”. Incluso, durante el himno, en vez de decir “Bogotá, Bogotá, Bogotá”, cantaban “ETB, ETB, ETB”. Era tanta la algarabía que el presidente del Concejo, Horacio José Serpa, pidió que se respetara la plenaria. Pero la gente le respondió que, al ser un cabildo abierto, tenían derecho a expresarse.
Los primeros en hablar fueron los voceros de Sintrateléfonos, que convocaron el cabildo. William Sierra, representante del sindicato, empezó pidiendo que el encuentro no fuera un formalismo. Vender la ETB, a su juicio, no sería tan provechoso como administrarla bien, ya que eso generaría una rentabilidad para invertir en educación y salud, como ya se ha hecho. “Esperamos que el 7 de marzo, cuando el Distrito responda nuestras inquietudes, los concejales avalen esta sesión y tomen una decisión seria. Si no, le quedará en sus hombros la responsabilidad de haber permitido regalar la empresa”, añadió.
La siguiente intervención estuvo a cargo de Martha Triana, presidenta del Consejo Territorial de Planeación Distrital, quien manifestó su descontento con la forma como la administración presentó sus planes de vender la compañía. Según ella, se violó el derecho de la participación ciudadana y hubo un error de procedimiento, pues sólo en el último momento se incluyó en el Plan de Desarrollo: “La venta de la ETB no fue planteada ni en campaña ni en el borrador del Plan de Desarrollo que se presentó en el Consejo Territorial de Planeación”. (LEA: Duro cuestionamiento a Peñalosa por no anunciar desde un comienzo venta de la ETB)
Denunció que, a pesar de que en este documento sólo había un párrafo para los planes de inversión del Distrito, el Concejo lo aprobó sin resolver la gran incógnita de dónde saldría el dinero para pagar todos los proyectos.
Manifestó su preocupación por la inversión realizada en la ETB, sobre todo en la fibra óptica, que, según ella, terminará en manos de un “hábil empresario”. Criticó que uno de los argumentos del Distrito sea que el sector de las telecomunicaciones es muy competido, “cuando todos saben que es rentable”. Para Triana, un gobierno que prefiere privatizar jamás cuidará su patrimonio. En el momento de su intervención, se presentó el concejal Venus Albeiro Silva, expulsado el pasado viernes del Polo Democrático por haber salvado el Plan de Desarrollo de Peñalosa. Los asistentes chiflaron y el ánimo volvió a subir. (LEA: ¿Por qué vender o no vender la ETB?)
Luego tomó la palabra Aurelio Suárez, militante del Polo, quien reveló que la ETB tuvo pérdidas por $160.000 millones. “En 2016, la compañía ha tenido los peores indicadores de su historia. Se ha tratado como los zapatos viejos de la ciudad.” Según las cifras del Distrito, los ingresos operacionales disminuyeron $15.800 millones; las utilidades operacionales, $54.731 millones; los activos, 43 %, y la rentabilidad, 3,1 %. “Definitivamente, estos señores son maestros en acabar con el patrimonio de los bogotanos. Si uno pudiera culpar la caída de la ETB endilgaría a quienes la han administrado en el último año. Este es mi consejo: si alguien quiere destruir una empresa, que nombre a Jorge Castellanos como gerente y a Enrique Peñalosa como presidente de la junta directiva”, dijo Suárez, quien de paso entregó un documento a la Procuraduría para que revise los números de la compañía y establezca la responsabilidad de su declive. (LEA:Cabildo sobre ETB: desafío a la arbitrariedad peñalosista)
Suárez desmintió que el Estado haya desaparecido en el sector de las telecomunicaciones, pues el 34 % de las empresas de este tipo en el mundo son públicas, y añadió que desde el 2011 sólo cuatro países privatizaron sus compañías, todos ubicados en África: “Vamos para Zambia, alcalde Peñalosa. Estamos consolidando un modelo africano de telecomunicaciones impulsados por los operadores móviles”.
Después de los voceros, comenzaron las intervenciones ciudadanas: 41 personas manifestaron sus argumentos a favor y en contra. Y aunque se esperaban testimonios más técnicos, los discursos fueron totalmente políticos. La mayoría, por supuesto, en contra de la decisión. Los pocos que respaldaron al alcalde no pudieron hablar por el ruido y tuvieron que salir escoltados. A las 3:00 p.m. se suspendió por un momento el cabildo, debido a la exaltación de algunos asistentes, que no paraban de insultar a los concejales y al alcalde. El presidente del sindicato tuvo que pedir silencio y tolerancia.
La tensión aumentó cuando habló el presidente de la ETB, Jorge Castellanos, quien respaldó la propuesta del alcalde e indicó que para sacar a flote la empresa se necesitan inversiones. Sin embargo, remató con una frase explosiva: “La ETB es un magnífico negocio, sobre todo para los sindicatos”. No respondió los interrogantes que plantearon los promotores del cabildo, lo que le valió otra tanda de gritos. El presidente del Concejo les recordó que la administración tiene hasta el 7 de marzo para hacerlo.
El cabildo se tornó inmanejable. Al final quedó en evidencia que, más que un encuentro para resolver dudas sobre la venta de la ETB y escuchar razones, lo que se vivió ayer en el IDRD fue un choque político del que quedó muy poco para el ciudadano de a pie.