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Un incómodo autogol

A petición del Concejo, la Personería investiga por qué una asesora de la Secretaría de Gobierno sugirió a usuarios presionar a los operadores. El alcalde la defendió por Twitter.

Laura Ardila
12 de marzo de 2012 - 10:01 p. m.

Todos los altos funcionarios del Distrito que de alguna manera tienen que ver con la empresa Transmilenio S. A. llegaron puntuales ayer, a las 9 a.m., al Concejo, para recibir la tormenta de críticas de la que fue objeto la administración de Gustavo Petro. Las razones: no sólo el colapso que padeció la capital por cuenta de unos bloqueos al sistema de transporte el pasado viernes, sino también el papel que habrían desempeñado los hermanos Selma y Guillermo Asprilla en esas protestas que paralizaron la ciudad y pusieron en jaque a las autoridades.

Selma y Guillermo Asprilla son funcionarios del Distrito, pero poco tienen que ver con Transmilenio S. A. Ella es asesora en la Secretaría de Gobierno y él es el director de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp). El pasado viernes, sin embargo, él en persona lideró el monitoreo a los bloqueos desde la estación de la calle 45 con Caracas y ella no se movió de la sala de crisis de la Alcaldía, desde donde se intentaba controlar el caos.

Sendos papeles protagónicos que quedaron en evidencia ayer de dos maneras: primera, en un video revelado el sábado por el portal La Silla Vacía, en el que aparece Selma Asprilla en una reunión con usuarios descontentos de Transmilenio, días antes de la jornada de protestas. Allí, la funcionaria se muestra en desacuerdo con los bloqueos, pero a favor de la presión en contra de Transmilenio.

Segunda, con la petición que le hizo Guillermo Asprilla al gerente de Transmilenio, Carlos García, en el sentido de que reformara unilateralmente los contratos de las Fases I y II del sistema, a lo que García se habría negado por considerarlo inviable jurídicamente. Un hecho que este diario dio a conocer en su edición de ayer.

El comportamiento de Selma Asprilla fue interpretado por varios concejales como una instigación a los bloqueos y el de su hermano Guillermo como una muestra más de las fracturas que van de una entidad a otra en la administración Petro.

“Como en la canción de Alejandro Sanz, el alcalde Petro tiene el ‘corazón partío’ entre ser de oposición o asumir las riendas del gobierno. Ahí perdemos todos”, dijo el concejal Juan Carlos Flórez, quien listó las aparentes contradicciones en las que ha incurrido el mandatario frente a Transmilenio.

Es así como, según Flórez, no sólo estarían en desacuerdo Carlos García y Guillermo Asprilla. El gerente de Transmilenio también habría considerado inconveniente la propuesta del alcalde de poner a funcionar una flota de buses de propiedad del Distrito.

“El hecho de fondo es que, con las contradicciones a sus funcionarios, el alcalde pareciera que sigue en la oposición”, añadió el concejal.

En el mismo sentido, el concejal Antonio Sanguino afirmó que la administración debería tener una sola voz y que es grave que “un funcionario diga una cosa y el alcalde diga otra”.

Incluso el concejal Diego García, de la bancada oficial progresista, reconoció que en ocasiones “no hay canales de comunicación fluidos” entre el mandatario de la ciudad y sus funcionarios.

Capítulo aparte merecieron en la corporación los mensajes de Petro en Twitter, una red social de la que suele ser miembro muy activo el alcalde, al punto de que el día en que la ciudad colapsó escribió más de 300 trinos. “¿Cómo va a gobernar bien si se la pasa en Twitter?”, se preguntó el cabildante Fernando López, quien pidió a la Personería investigar a Selma Asprilla.

También lo hizo así Orlando Parada, quien aseguró que hay funcionarios “autogolpistas”.

¿Autogol de Petro? ¿Imprudencia de dos de sus funcionarios? ¿Malas interpretaciones de los concejales? Lo cierto es que Guillermo Asprilla es uno de los hombres fuertes del alcalde, de esos que le hablan al oído, y habría que ver si él y su hermana actuaron bajo los deseos del gobierno.

Al ser consultado, el funcionario dijo que no se podía pronunciar por una cuestión de competencias, y recordó sus actuaciones como concejal el año pasado, cuando lideró un fuerte debate en el que buscó demostrar que los contratos de Transmilenio beneficiaban en exceso a los operadores. En Twitter escribió: “No temo a la guerra de infamias desatada por quienes se lucran cobrando tarifas irregulares e ilegales”.

Selma Asprilla, por su parte, ofreció una rueda de prensa para asegurar que “la presión es un derecho fundamental de la ciudadanía” para poder expresarse de distintas formas, pero que jamás invitó a usar las vías de hecho. “Estamos en el gobierno ahorita, pero siempre hemos estado en oposición a lo que ocurre hace ya 11 años con Transmilenio”.

En su defensa, el alcalde Petro trinó: “Funcionaria mía invitó al Moir a no tomarse el Transmilenio, ¿cuesta mucho la verdad? Ahí están las grabaciones”.

Por Laura Ardila

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