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Una capital del arte y la cultura

Entrevista con Catalina  Ramírez, secretaria distrital de cultura. La funcionaria creará un instituto para las artes y preparará a Bogotá para  conmemorar el bicentenario. Los modelos de participación ciudadana para la cultura serán aplicados en otros sectores. La ciudad se prepara para ganar los juegos nacionales y ser sede de los Panamericanos.

Sara Araújo Castro
18 de julio de 2008 - 08:07 p. m.

Catalina Ramírez recibió, el 13 de enero de 2008, la nueva Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá con una solicitud específica del alcalde Samuel Moreno. “Me dijo ‘necesito un gerente que logre resultados. Quiero que Bogotá se destaque como capital del arte y la cultura’”, cuenta Ramírez. Después le habló de la importancia para la ciudad del modelo de participación ciudadana que ha funcionado desde el sector cultural.

Ampliar este modelo a otros sectores y lograr la participación de las localidades fueron otras de las metas que Moreno planteó a  su nueva secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.

Sicóloga con magíster en administración, Ramírez venía de una experiencia gerencial en las bibliotecas. Primero, como gerente de Bibliored, manejó desde 1999 las tres bibliotecas distritales, la Virgilio Barco, El Tintal y El Tunal, hasta que las recibieron en concesión las cajas de compensación. Posteriormente, fue gerente del Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, uno de los proyectos bandera de este gobierno.

Esta experiencia le dio cercanía, no sólo con los libros, sino con las otras expresiones culturales:   “las bibliotecas no son sólo para los libros, son centros culturales, la experiencia ahí me preparó para este nuevo reto. Por otra parte, el ministerio me dio una excelente formación, pero es muy distinto porque en la Secretaría se trabaja más con acción y resultados de impacto directo en la población”, continúa Ramírez.

La reforma

No obstante, el primer gran reto que recibió fue el de poner en marcha la reforma institucional  hecha durante la administración anterior, que unió bajo una secretaría el Instituto de Cultura y el de Recreación y Deporte.

Con esta reforma, el antiguo  Instituto de recreación y deportes no sufrió grandes cambios (su estructura y presupuesto se mantienen) pues la fusión sólo puso en cabeza de la nueva Secretaria la misión de definir lineamientos y trazar políticas para el sector.  Sin embargo, no sucedió lo mismo con el anterior Instituto de Cultura y Turismo, puesto que perdió la misión turística y perdió la capacidad de gestión y ejecución de recursos para proyectos puntuales que fue asignada a dos entidades adscritas al Instituto.  

Así, en cabeza de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño quedó la ejecución de los proyectos propios de artes plásticas, literatura y audiovisuales como el Premio Luis Caballero, la gestión de la galería Santafé del Planetario; el premio nacional de literatura Ciudad Bogotá y los otros proyectos de estímulos y cooperación.

El manejo de escenarios, los proyectos de música —como todos los certámenes ‘al parque’— y los proyectos de artes escénicas quedaron en cabeza de la Filarmónica de Bogotá.  

Aunque Catalina Ramírez recibió la Secretaría con todos los cambios, es consciente de las dificultades que tienen las instituciones adscritas para garantizar la ejecución de recursos y la continuación de proyectos tan importantes como Rock al Parque, Libro al viento, entre otros que se han convertido en hitos para los bogotanos.

“Por el momento, estamos facilitando tanto a la Alzate Avendaño como a la Filarmónica todo el recurso humano y técnico con el que no contaban para gestionar estos recursos. No obstante, mi propuesta es crear un instituto de las artes, que maneje el dinero y la ejecución de proyectos en esta área”, anticipa la nueva Secretaria uno de los proyectos que están todavía en papel.


Lo cierto es que ella misma reconoce que este cambio generó mucha preocupación en el sector cultural. 

Lucas Ospina, artista plástico y profesor en la Universidad de Los Andes, ha sido una de las voces que se sintió cuando se aprobó la reforma. El artista afirma: “una de mis preocupaciones ante los cambios es la gestión y el futuro de la Galería Santafé, porque es un espacio muy importante para las arte en Colombia y no sólo en Bogotá. El Premio Luis Caballero está vinculado a este espacio; por eso creo que su director o encargado debería tener más autonomía y no estar supeditado a la fundación Gilberto Alzate”. Ospina reconoce que la labor de la Fundación Alzate Avendaño ha sido importante. Sin embargo, le preocupa que no tenga los recursos ni la experiencia necesaria para seguir adelante con las labores del Instituto. 

Según Catalina Ramírez, un nuevo instituto dedicado sólo a ejecutar los proyectos, a manejar recursos y a hacer seguimiento a los beneficiarios de los dineros de cooperación resolvería estos inconvenientes y daría mayor visibilidad a la acción del Distrito en materia de artes. “Otra de las cosas que queremos hacer en la Secretaría es identificar los talentos para hacerles seguimiento y posicionarlos porque de nada sirve dar recursos si los artistas no tienen donde circular”, continúa Ramírez.

Los nuevos retos

Además del instituto de las artes, Catalina Ramírez quiere dejarle a Bogotá un impactante regalo para el bicentenario. “Mi mayor deseo es lograr construir el corredor cultural que une el Museo Nacional y el Parque de la Independencia con el Museo de Arte Moderno, el Jorge Eliécer Gaitán y el centro de Bogotá”. Para poder lograr esto, la idea es hacer un gran puente peatonal, casi como una continuación del parque,  que teche la 26 porque “esta gran avenida divide la ciudad”. Además de dotar a la ciudad con una mejor infraestructura para eventos de gran y mediano formato.

El deporte y la cultura ciudadana también hacen parte fundamental de las misiones que Catalina Ramírez tiene que cumplir. “La ciudadanía pide continuidad en las políticas de cultura ciudadana. Eso no se puede dejar morir, y no se trata de salir otra vez con los mimos, ni de hacer sólo algo mediático. Queremos mantener alto el enamoramiento de la gente por la ciudad y por la buena convivencia”.

El mantenimiento de parques, los deportistas de alto rendimiento, lograr la sede para los Juegos Panamericanos en 2015 y ganar una vez más los juegos nacionales. Las tareas son muchas, las expectativas son altas y Catalina Ramírez es consciente de que la cultura la recreación y el deporte hacen de Bogotá el  modelo de capital cultural  que quiere dejar esta administración.

Inversiones en cultura y deporte

La Secretaría de Cultura tiene presupuestado invertir durante los próximos cuatro años 859 mil millones de pesos en el sector cultura, recreación y deporte.

De este monto, aproximadamente un 60% se invertirá en deporte, que abarca el mantenimiento y la construcción de nuevos parques en toda la ciudad, así como los programas de formación de deportistas y el funcionamiento del Centro de Alto Rendimiento.

Por el lado de la cultura, la Secretaría tiene presupuestada la construcción de tres nuevos escenarios. Uno de ellos será de impacto metropolitano y estará habilitado para propósitos varios, como conciertos y presentaciones teatrales. Su ubicación aún está por definirse, aunque se sabe que será en el sur de la ciudad, posiblemente en las localidades de Usme o Ciudad Bolívar. Los otros dos serán más pequeños, de impacto zonal, y aún está pendiente definir el lugar de construcción.

En la actualidad la entidad está realizando un refuerzo estructural al Teatro Jorge Eliécer Gaitán.

Por Sara Araújo Castro

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