El pasado martes 13 de julio el venado fue encontrado en un canal de aguas lluvia, ubicado en la calle 127. Al rescatarlo, las autoridades observaron que el animal presentaba una herida abierta en una de sus patas delanteras, por lo que fue intervenido quirúrgicamente en el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, de la secretaría de Ambiente.
La primera cirugía se realizó el jueves 15 de julio, en la que se le implantó un dispositivo ortopédico. Sin embargo, aunque el animal se alimentaba por sus propios medios, después de varios días de observación, los profesionales pudieron concluir que la respuesta al implante no era del todo positiva. Por lo que este miércoles tuvieron que volver a realizar una intervención quirúrgica.
Contexto: Encuentran a un venado herido en canal de la calle 127, al norte de Bogotá.
Según los veterinarios, el daño que se generó desde el momento de la fractura ha provocado una desvitalización del tejido circundante, por lo que se han afectado los vasos sanguíneos involucrados en la irrigación de la zona implicada. La cirugía se realizó en horas de la tarde y el pronóstico del animal sigue siendo reservado, mientras los profesionales observan su evolución.
Venado recuperado el pasado 13 de julio, y que ya fue intervenido por una fractura en una de sus patas, debe ser sometido a una nueva cirugía tras no reaccionar de manera adecuada. El animal se encuentra estable, pero su pronóstico sigue siendo reservado. https://t.co/FFJULMHNvm pic.twitter.com/S5M6XYtWTS
— Secretaría de Ambiente 𓆉 (@Ambientebogota) July 28, 2021
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“El animal venía con una fractura en una de sus patas delanteras, la cual fue intervenida el 15 de junio. Hemos venido verificando la evolución de esta intervención y, en las últimas horas, con preocupación, hemos visto una respuesta no adecuada en sus tejidos y sistema nervioso, razón por la cual se realizará una segunda cirugía”, aseguró el secretario de Ambiente, Julio César Pulido.
El venado de paramo (Mazama Rufina) es un mamífero mediano que alcanza una altura de 45 centímetros a los hombros, se caracteriza por tener una coloración café rojiza brillante, con extremidades y cabeza más oscuras. Es de hábitos solitarios, terrestres y nocturnos; se alimenta de hojas, hierbas, ramas tiernas y frutas del sotobosque, por lo que una de sus funciones biológicas es la dispersión de semillas.
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De igual forma, esta especie, vital para el ecosistema de los Cerros Orientales, se encuentra en peligro de extinción, por lo que se espera que el venado se recupere de manera exitosa para que la Secretaría pueda realizar las acciones necesarias para devolverlo a su hábitat natural.
“Esperamos que la intervención sea exitosa dada la importancia de esta especie que habita en los bosques altoandinos y que además está amenazada. Estaremos informando los resultados de la intervención”, puntualizó el secretario.