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En medio de arengas y proclamas a favor y en contra, se desarrolla este martes el cabildo abierto sobre la venta de la ETB en el auditorio del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD). Con el alcalde Enrique Peñalosa en primera fila, la participación de 38 concejales, 41 ciudadanos y la asistencia de casi 1.500 personas, se discuten los argumentos y la viabilidad de enajenar la empresa. (Lea: Lo que debe saber del cabildo de la venta de la ETB) (Lea: A resolver las dudas sobre venta de la ETB)
Una de las primeras en hablar fue Martha Triana, presidenta del Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) –máxima instancia de la planeación participativa de Bogotá–, quien se fue lanza en ristre contra Peñalosa por no haber incluido la intención de vender la ETB en el proyecto de Plan de Desarrollo. Según Triana, la enajenación “afecta el patrimonio de la ciudad y en su trámite, se violaron normas de procedimiento. Hubo vulneración del derecho fundamental de participar e incidir de una manera determinante en la venta de la ETB”. (Lea: Duro cuestionamiento a Peñalosa por no anunciar desde un comienzo venta de la ETB)
Tras su intervención y por espacio de 40 minutos, se escucharon las voces de los integrantes de Sintrateléfonos, uno de los sindicatos de la empresa y el que promovió el cabildo para que el Distrito les explique a los ciudadanos las razones detrás de la venta. Posteriormente, tuvieron la palabra los 41 ciudadanos inscritos para exponer sus puntos de vista durante 7 minutos cada uno. (Lea: Cabildo sobre ETB: desafío a la arbitrariedad peñalosista)
“Es falso que quieran vender la ETB, porque genere pérdidas. Lo quieren hacer por intereses políticos. La empresa sí es rentable (…) Hablan de democratización, cuando una sola persona concentra un patrimonio de cientos de ciudadanos (…) Debemos defender lo que dejaron nuestros ancestros. La ETB no se debe vender (…) Si la ETB se vende, estaríamos ante un detrimento patrimonial (…) ¿Por qué no hacer de la ETB una empresa de talla internacional tomando el ejemplo de las Empresas Públicas de Medellín?”, fueron algunas de las premisas que se escucharon. (Lea: “Propondremos consulta popular”: Luis Hernando Pulido, secretario de Sintrateléfonos)
El alcalde Enrique Peñalosa (quien tenía que asistir al evento o de lo contrario se enfrentaba a un proceso disciplinario en la Procuraduría, que podría terminar en su destitución) argumentó que la decisión de enajenar el 84 % de las acciones que tiene el Distrito en la compañía obedece a la necesidad de hacer más inversión social. (Lea: “La ETB ha generado pérdidas”: Beatriz Arbeláez, secretaria de Hacienda)
De acuerdo con el mandatario, la prioridad en el uso de los recursos públicos deben ser los colegios, los hospitales, la seguridad, los parques, “y no las inversiones empresariales de riesgo”. “¿Es mejor para los ciudadanos que se inviertan en comprar acciones en una empresa riesgosa o es mejor usarlos para construir hospitales, jardines sociales, cámaras para mejorar la seguridad ciudadana, y colegios que permitan a cientos de miles de niños estudiar en jornada completa?”, preguntó el mandatario ante el auditorio.
Según Peñalosa, quien reconoció el costo político que implica vender la empresa, la razón principal para haberle solicitado al Concejo la autorización para vender es el rezago que presenta la ciudad en varios frentes: “En los últimos 10 años en Bogotá se dejaron de hacer las inversiones que los ciudadanos necesitaban. No aumentó el número de camas en los hospitales; no se terminó un solo colegio; no se dotó a la Policía de elementos tan básicos como las cámaras, que requiere la seguridad de nuestra ciudad”.
El mandatario hizo énfasis en que los recursos fruto de la venta de la ETB se orientarán a la educación pública de los niños, impulsando, entre otros, programas como la jornada completa: “Esta decisión es responsable con el patrimonio, porque consideramos que la inversión en la educación de los niños es mucho más rentable para nuestra sociedad, que la inversión en acciones de cualquier empresa”.
En esa línea, Peñalosa presentó un balance del mercado de las telecomunicaciones, advirtiendo el impacto que tuvo la revolución tecnológica en el negocio y los cambios que supuso la llegada de la telefonía celular y el internet. Según el alcalde, tales transformaciones demandan inversiones billonarias “que los Estados no están en capacidad de hacer no sólo por su monto, sino por el enorme riesgo involucrado en un mercado cada vez más competido”.