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En Chicago, Illinios, la tercera ciudad más poblada de los Estados Unidos, existió durante más de dos décadas una acerca con una hendidura con forma de roedor.
A lo largo de ese tiempo, la acera no generó mayor atención entre los transeúntes, hasta que en enero de 2024, el comediante y escritor Winslow Dumaine, publicó una foto de la hendidura en su cuenta de X, antes Twitter.
“Tuve que hacer una peregrinación al agujero de Chicago”, comentó Dumaine, en una publicación que alcanzó más de cinco millones de visualizaciones, así como 125.000 “me gusta” y 7.000 republicaciones.
Tras la publicación del comediante, miles de personas empezaron a acercarse al lugar, donde también dejaban monedas, flores y otros objetos pequeños. Por su salto a la fama, la “madriguera de ratas de Chicago” o “Platatouille”, como empezó a ser conocida, fue retirada por las autoridades locales.
Sin embargo, la hendidura también llamó la atención de algunos científicos, quienes veían con escepticismo el origen que se le atribuía en las redes sociales.
El interés por la verdadera historia del agujero, juntó a un grupo de investigadores de universidades de Estados Unidos y Canadá. Como la acera había sido levantada por las autoridades, los científicos tuvieron que basar su análisis en las mediciones de 25 fotos diferentes, así como comparaciones con ocho especies de roedores locales.
Los resultados de su investigación fueron publicados recientemente en la revista académica Biology Letters. Allí, los investigadores resaltaron que adelantaron análisis estadísticos y comparaciones de los tamaños medios de cada especie con las proporciones de la madriguera de la rata.
Tras sus indagaciones, los resultados mostraron posibles coincidencias con las ardillas grises del este, las ardillas zorras y las ratas almizcleras. Con las demás especies, había diferencias considerables.
Para mayor precisión, los investigadores comentaron que las proporciones de la ardilla gris y las de la ardilla zorra, coincidían, en un 50.67 % y un 48 %, respectivamente, con las del agujero.
Además de estos análisis, los científicos también tuvieron en cuenta los patrones de comportamiento de los animales. Mientras las ratas son más activas por las noches, las ardillas lo son durante el día, cuando se suele verter el cemento.
Finalmente, más allá de querer buscar la respuesta correcta a una acera que se volvió famosa, los investigadores reconocieron que su objetivo más amplio era destacar que la investigación científica comienza con la curiosidad y la observación.
Estas características, concluyeron, “no son exclusivas de los científicos profesionales, sino que están al alcance de cualquier persona interesada en comprender el mundo natural”.
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