
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Un nuevo estudio de la NASA afirma que la actividad del Sol ha aumentado desde 2008, después de haber tenido dos décadas de disminución. Aunque los científicos esperaban que la principal estrella de nuestro sistema solar entrara en un período de actividad históricamente bajo, ocurrió todo lo contrario.
De acuerdo con el estudio, publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, el Sol invirtió su trayectoria y comenzó a volverse cada vez más activo. “Fue una sorpresa ver que esa tendencia se revertía. El Sol está despertando lentamente”, dijo Jamie Jasinski, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autor principal del estudio.
(Lea: Este fin de semana, Saturno se podrá ver a simple vista, ¿cómo localizarlo?)
Desde que se ha estudiado la actividad solar, los períodos más tranquilos fueron por siete décadas, de 1645 a 1715, y otro de cuatro décadas, de 1790 a 1830. Jasinski dice que no saben la razón por la que el Sol experimentó estos periodos tan largos. “Las tendencias a largo plazo son mucho menos predecibles y aún no las comprendemos del todo”.
En las dos décadas y media previas a 2008, las manchas solares, regiones más frías y oscuras de la superficie de la estrella, y el viento solar disminuyeron tanto que los investigadores esperaban que el “mínimo solar profundo” de ese año marcara el inicio de un nuevo período histórico de baja actividad en la historia reciente del Sol.
Según los investigadores, que la estrella se haya vuelto más activa podría provocar un aumento de los fenómenos meteorológicos espaciales, como tormentas solares, erupciones solares, que son intensos estallidos de radiación, y eyecciones de masa coronal, que son enormes burbujas de plasma que brotan de la superficie del Sol y se extienden a nuestro sistema planetario.
Los científicos de la NASA monitorean estos fenómenos meteorológicos espaciales porque pueden afectar a las naves espaciales, la seguridad de los astronautas, las comunicaciones por radio, el GPS e incluso las redes eléctricas terrestres. “Las predicciones meteorológicas espaciales son cruciales para apoyar a las naves y a los astronautas de la campaña Artemis de la NASA (la misión para llevar humanos a la Luna nuevamente), ya que comprender el entorno espacial es vital para mitigar la exposición de estas personas a la radiación espacial”, explica la agencia.