Investigadores de la Academia de Ciencias de Rusia, con el apoyo Fundación Volnoe Delo, encontraron un botín histórico en la península de Tamán (Rusia). Como informaron los arqueólogos, desenterraron dos tumbas, la primera de 2.100 años de antigüedad y la segunda data de entre los siglos IV y VI d. C. Juntas confirman que el sitio donde las encontraron fue la antigua colonia griega de Fanagoria, dice el comunicado de la Fundación.
En la costa noreste del Mar Negro encontraron la tumba más antigua. Al desenterrarla, hallaron el cuerpo de una mujer y un medallón de plata con la figura Afrodita, la diosa griega de la belleza y el amor. El adorno también estaba rodeado con diez de los doce signos del zodíaco. Sin embargo, dicen los investigadores, todavía no hay una razón por la cual no estuvieran los símbolos de Acuario y Libra. (Le puede interesar La autopsia virtual que permitió identificar a un niño momificado del siglo XVI)
Aunque algunos científicos han propuesto que se puede tratar de una sacerdotista de la diosa griega, Nikolay Sudarev, arqueólogo de la Academia de Ciencias de Ruisa y uno de los investigadores que ayudó a hacer el descubrimiento, considera que aún hace falta información para asegurar que la mujer se dedicaba a ofrecer o auspiciar sacrificios a Afrodita.
Sin embargo, se trata de “una de las primeras representaciones de los signos del zodíaco en el mundo griego”, dijo Sudarev a Live Science, un medio de comunicación dedicado a la divulgación científica. “Esto podría haber sido traído del Egipto ptolemaico”.
El mismo equipo de arqueólogos encontró otra tumba que guardaba los restos de un guerrero junto a una gran espada. Los investigadores piensan que el objeto podría indicar una influencia persa, ya que tiene el estilo de las armas de ese antiguo Imperio. (Le puede interesar Encontraron a la primera familia neandertal en una cueva en Rusia)
Según el comunicado de la Fundación, “esta enorme, costosa y prestigiosa espada formaba parte del equipamiento de los jinetes de la era de la Gran Migración”, un período en el que gran parte de Europa y Asia occidental se vio amenazada por invasiones de pueblos como los hunos.
En la tumba del guerrero también se encontraron fragmentos de un arnés de caballo, hebillas, puntas de cinturón, jarras de vidrio, utensilios y cajas de madera, además de una inscripción en persa antiguo de aproximadamente 480 a. C. Sudarev dijo que los últimos descubrimientos suman importancia a este sitio arqueológico.
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