Este ‘chorro gigantesco’ pudo haber sido el rayo más poderoso que se ha detectado

El evento se presentó en Oklahoma, en mayo de 2018, y fue captado en cámara por un científico ciudadano. El ‘inusual’ evento ocurrió en medio de una tormenta eléctrica y movió aproximadamente unos 300 culombios de energía, casi el doble de la más grande que se había registrado anteriormente.

19 de agosto de 2022 - 03:31 p. m.
El evento fue captado con una cámara de un científico ciudadano.
El evento fue captado con una cámara de un científico ciudadano.
Foto: Chris Holmes

En mayo de 2018, un científico ciudadano logró captar un video de un evento ‘inusual’ que ocurrió sobre una nube de Oklahoma, en Estados Unidos. Un ‘chorro’ gigantesco salió despegado de la parte superior de la nube en medio de una tormenta a unos 96 kilómetros por hora. Cuatro años después del suceso, un grupo de investigadores publicó un estudio en la revista Science Advances donde analizan las características y circunstancias en que ocurrió el evento.

Al estudiar las emisiones de ondas de radio de este ‘chorro’, usando datos satelitales y de radar, los investigadores descubrieron que el rayo movió aproximadamente 300 culombios (la unidad para medir la cantidad física de electricidad) de energía desde la parte superior de la nube hasta la ionósfera inferior, una parte de la atmósfera de Tierra que tiene una capa de partículas cargadas. ¿Cuánta electricidad representa esta medida? Un rayo promedio transfiere unos 15 culombios, así que este ‘chorro’ movió 20 veces esta energía.

Así explicaron los investigadores la magnitud de energía que movió este evento: “La transferencia de carga es casi el doble de la más grande anterior de un chorro gigantesco y es comparable a la más grande jamás registrada para golpes de nube a tierra”, escribieron los investigadores en el estudio. (También puede leer: Un telescopio con cuatro veces la resolución del James Webb llegará a Chile)

Pero, ¿por qué fue este evento y por qué sucedió? Lo primero que dicen los investigadores es que, “de vez en cuando, un rayo saldrá por la parte superior de una tormenta eléctrica y se conectará con el borde inferior del espacio, formando un chorro gigantesco”. Lo peculiar de lo que sucedió en Oklahoma es 2018 es, por ejemplo, que la tormenta estaba caracterizada por cimas de nubes relativamente cálidas y ausencia de mezcla turbulenta. (Le puede interesar: ¿Sabe cuántas calorías quema cuando mastica? La respuesta lo puede sorprender)

Los científicos aún no tienen completamente claro por qué a veces los relámpagos van hacia arriba en vez de abajo, pero dicen que es probable de que se deba a algún tipo de bloqueo que impide que los rayos escapen por el fondo de una nube. Estos eventos, además, suceden en tormentas que no producen muchos rayos de nube a tierra, agregó el equipo de investigadores.

“Por alguna razón, generalmente hay una supresión de las descargas de las nubes al suelo”, dijo el autor principal Levi Boggs en un comunicado de prensa. “En ausencia de las descargas de rayos que normalmente vemos, el chorro gigantesco puede aliviar la acumulación de exceso de carga negativa en la nube”.

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