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En 2011, un grupo de arqueólogos encontraron doce manos derechas, en tres pozos dentro de un palacio de los hicsos, un pueblo procedentes del Próximo Oriente, que tuvo el control de una parte de Egipto en siglo XVII a. C, y que vivían en Avaris, en el noreste del país. Durante los últimos años, investigadores estuvieron estudiando estas manos y encontraron la posible respuesta de por qué estaban ahí.
Los estudios publicados en la revista Nature, muestran que las manos pertenecían a personas entre los 14 y 21 años. Once eran hombres y había solo una mujer. Esto se pudo conocer por el tamaño y la robustez de las extremidades. Lo que los investigadores no pudieron determinar fue si las manos fueron amputadas a personas vivas o muertas. (Lea: Así sería el rostro del humano más antiguo encontrado en Egipto)
“Después de quitar cualquier parte adherida del antebrazo, las manos se colocaron en el suelo con los dedos bien abiertos, principalmente en sus lados palmares. Encontramos algunos dedos, por lo que se supone que serían 18 manos en total”, explicaron los investigadores.
Sigue a El Espectador en WhatsAppLas manos fueron enterradas mientras aún estaban intactas, al menos con los tendones y ligamentos, sosteniendo los elementos esqueléticos en su lugar original y permaneciendo lo suficientemente flexibles para flexionarse.
Los dedos de seis manos estaban muy abiertos; los de otras cuatro manos estaban muy juntos; y en una mano, no se pudo determinar la posición de los dedos. (Lea: Investigadores identificaron dos rasgos de la personalidad del tigre siberiano)
Estos resultados llevaron a que el estudio determinara, que, al parecer, en aquella época las personas ofrendaban la mano derecha, por esto, “se preocuparon lo suficiente por su correcta presentación como para desprender partes del antebrazo, pues no se adhirieron ni encontraron fragmentos de huesos del antebrazo en el hoyo”.
Estos datos llevaron a la hipótesis de que las manos pertenecían a enemigos de la época, especialmente a varones que estaban en edad de pelear y que eran asesinados en batalla. Posteriormente, eran ofrecidas en la ceremonia del “oro de honor”.
La iconografía y la literatura del Antiguo Egipto representa al faraón como un líder militar victorioso, por esto, se cree que los soldados que presentaban estas “ofrendas”, recibían una prestigiosa recompensa, principalmente en forma de collar de cuentas doradas. (Lea: Una pitón establece un nuevo récord mundial al poner 96 huevos en una sola puesta)
Al parecer, la práctica de amputación de la mano derecha se dio entre 50 y 80 años antes de que se registrara en los jeroglíficos de las tumbas durante el reinado del faraón Amosis I, quien expulsó a los hicsos de Egipto.
Hasta ahora no se cree que esta práctica haya sido considerada como un castigo. Según los investigadores, aún no se ha podido determinar el origen étnico o cultural de las personas que fueron mutiladas. Sin embargo, es probable que la práctica de cortar las manos derechas fuera replicada por otros pueblos de la zona, como un elemento simbólico para detener a las fuerzas invasoras.