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Los cantos de las aves son una de las características por las que estos animales son más apreciados. En zonas boscosas es usual escucharlos por cantidades en horas de la mañana o hacia el final de la tarde. Incluso en las ciudades, cerca de zonas verdes, también pueden escucharse. (Le puede interesar: Descubren por qué los jabalíes alemanes son tan radioactivos (y no es por Chernóbil))
Pero, esa no es la única capacidad vocal que tienen los pájaros. De hecho, sus cantos y llamados son diferentes y tienen usos específicos de acuerdo con su especie y el su hábitat. Les sirve para comunicarse con otros individuos de su especie, hacen parte de sus rituales de apareamiento, para ubicarse durante la migración, entre muchas otras cosas.
Un caso aparte son los loros, conocidos por saber imitar sonidos con bastante precisión, al punto que si imitan a una persona, parece que supieran hablar. Otras aves también saben imitar los sonidos que hacen otras especies y los utilizan como mecanismo de defensa ante depredadores, por ejemplo.
Esta capacidad de desarrollar aprendizajes vocales complejos podría estar relacionado con un nivel mayor de un tipo inteligencia, de acuerdo con un estudio publicado recientemente en la revista Science. (Le recomendamos. Los cuidados que debe tener en cuenta para ver el eclipse solar del 14 de octubre)
Los investigadores realizaron experimentos para medir la capacidad cognitiva de 214 individuos de 23 especies, dos de las cuales eran domesticadas, con el fin de comprobar esta relación.
Las pruebas que debían superar las aves eran, por ejemplo, lograr alcanzar una recompensa de comida a través de obstáculos que debían romper con su pico, halar o mover del lugar. Otra de las pruebas consistía en llegar a la recompensa de alimento esquivando una barrera transparente sin chocarse repetitivamente con esta.
También se midió la capacidad de aprendizaje asociativo e inverso. Para el primero, las aves debían elegir entre dos opciones, etiquetadas con colores, para encontrar una recompensa de alimento. En todas las repeticiones, el alimento se encontraba asociado a un mismo color, por lo que las aves podían aprender que allí se encontraba la comida. (También puede leer: Hallaron un misterioso hueso humano con características antiguas y modernas)
Para la segunda, el alimento se ponía en el color opuesto, para evidenciar si las aves podían aprender el cambio en el patrón para encontrar su comida.
Con pruebas de este tipo, los científicos encontraron que aquellas especies que se caracterizan por tener cantos más complejos y una mayor capacidad de aprendizaje vocal, serían las que tienen mayor destreza a la hora de resolver desafíos cognitivos.
Además, esto también estaría relacionado con un mayor tamaño del cerebro de estos animales. Según los investigadores, una posibilidad es que cuando se desarrollan más algunas áreas del cerebro, como las que tienen que ver con el aprendizaje vocal, puede haber un impacto en el tamaño del cerebro. (Le puede interesar: Esta es la primera imagen captada por el increíble observatorio espacial chino WFST)
Estos resultados abren la puerta para estudiar esta relación en otros animales, incluso en los mamíferos. De hecho, los investigadores dicen que ya se han evaluado en otras ocasiones la posibilidad de que esta relación se dé también en los humanos.
Esta metodología para estudiarlo podría replicarse en otros estudios para profundizar más en las capacidades vocales y su relación con la capacidad cognitiva, así como conocer si existe alguna causalidad entre estas dos capacidades.
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