Un grito desesperado por la paz de Colombia

Foto: El Espectador

Las mañanas no siguen siendo igual, desde aquel 15 de abril del 2004 cuando asesinaron y torturaron a mí papá, nos colocaron el rotulo de víctimas, nunca lo quisimos, nunca lo pedimos o lo esperábamos, en nuestro pueblo la gente moría de viejos; ese dolor nos hace cada día más fuertes y reconciliadores, despertamos aun con la esperanza de vivir en un país en paz. Un año más que llega para conmemorar los 10 años del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto en Colombia; un conflicto que no acaba, nos desangra y se roba la esperanza de volver a soñar.

Como para no olvidarlo, es un día en donde los sobrevivientes victoriosos de este país recordamos y hacemos memorias de los que la mala muerte nos arrebató, se nos adelantaron y aún desde allá guían nuestras luchas, nuestras resistencias y existencia. Un día en el cual estamos llamados a seguir insistiendo en la búsqueda de la paz.

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Las víctimas de este país hacemos un grito desesperado por la paz de Colombia, sobre nuestras vidas hemos llevado el dolor, el sufrimiento y la desesperanza de no vivir un día en paz. Porque sabemos lo que es ser víctimas no nos cansamos de caminar y entretejer desde la diversidad la anhelada paz.

El país sigue ahogándose en las largas noches donde las balas no dejan de cesar, en el pacífico los jóvenes y la niñez siguen siendo asesinadas y reclutadas a mano de los grupos armados que se disputan el territorio, no es un secreto a manos del Ejército de Liberación Nacional (Eln), de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc); en el caribe, la Orinoquia y Amazonía colombiano la política voraz del “desarrollo” sigue convirtiendo al territorio en una víctima más. Además, el narcotráfico se impone a sangre y fuego, con carteles que lo han internacionalizado.

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En este año según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) son 48 líderes en Colombia asesinados, 13 firmantes-excombatientes del Acuerdo de Paz asesinados, 28 masacres en lo que va corrido del año 2022, con 94 víctimas a corte al 31 de marzo de 2022, a esto se le suman los 3 jóvenes asesinados en la noche del 5 de abril en Quibdó, Chocó.

Gracias por la solidaridad, pero las 9′237.051 de víctimas reconocidas hoy en el país por la Unidad para la Atención Integral para las Víctimas (Uariv), que con seguridad son más, lo que queremos es que pare este genocidio en Colombia, no queremos más víctimas en el país, no queremos seguir recogiendo y llorando a nuestros muertos en campos y ciudades como ríos de sangre sin parar.

Queremos vivir en Paz, queremos que se implemente el Acuerdo Final de Paz. Basta ya de esta guerra que nos tiene muertos en vida. Solo pedimos que le demos la oportunidad a nuestros hijos e hijas a que sueñen con vivir en paz. Qué reto grande tiene el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición creado en el Acuerdo de Paz, siguen buscando la paz en medio de la desidia del gobierno con su política de muerte de acabar con la paz.

A Ustedes, a nosotros y los que vendrán los convocamos a gritar por la paz… Merecemos vivir en paz.

No más Víctimas en Colombia y el mundo.

Óscar David Montero De La Rosa *

Sobreviviente victorioso del Genocidio en contra del Pueblo Kankuamo

Defensor de la Vida y el Territorio de los Pueblos Indígenas en Colombia y Abya Yala