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El comisionado de paz, Otty Patiño, envió este miércoles una carta pública al Comando Central del Ejército de Liberación Nacional (ELN), conocido como COCE, en la que dice que no pretende tener un diálogo bilateral, sino que el documento sirva como una reflexión de país”. La misiva se da conoce apenas unos días antes de la reunión que tienen planeada las delegaciones para descongelar el proceso.
La carta empieza con una reflexión sobre la figura de Camilo Torres y su papel dentro de la creación del ELN, tiene varios señalamientos como la presunta decisión del ELN de asesinar a Álvaro Jiménez, mano derecha de Patiño y actualmente el jefe negociador del Gobierno en los diálogos con el Clan del Golfo.
Jiménez también tuvo participación, como lo reconoce Patiño en la carta, de los diálogos exploratorios que el Gobierno adelantó con Comuneros del Sur, el frente que se separó del ELN y que fue una de las causas de la crisis que tiene ese proceso de paz, suspendido desde el pasado 18 de septiembre tras el atentado a una base militar en Puerto Jordán, Arauca.
“Envié a Álvaro Jiménez, una persona de mi equipo de trabajo, para que les escuchara y les dijese (a los miembros de Comuneros del Sur) que no nos interesaba producir una fractura al interior del Ejército de Liberación Nacional. Cuando estuvimos seguros de que la vocación de paz de este frente era genuina, se convocó a una reunión en agosto de 2023 donde estuvieron presentes el Alto Consejero para la Paz, Danilo Rueda, así como delegados de la Iglesia Católica, de Naciones Unidas, de la Policía Nacional, del gobierno de Noruega, del gobierno de Cuba, ambos países garantes en los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional”, dice la carta que va dirigida a Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, conocido como Antonio García; Pablo Beltrán y Gustavo Aníbal Giraldo, conocido como Pablito, así como a otros miembros del COCE.
En el documento, el comisionado Patiño dice que la decisión de asesinar a Jiménez se tomó durante el Sexto Congreso del ELN que se llevó a cabo en junio de 2024. “Contra toda esperanza de cambio, su Sexto Congreso, en lugar de avizorar un cambio fundamental hacia la paz y la democracia, reafirmó la voluntad de continuar en la guerra (...) No solo no cambiaron un ápice la doctrina, sino que tomaron terribles decisiones como la de asesinar a Gabriel Yepes (conocido como HH y comandante de Comuneros del Sur), a Álvaro Jiménez, vetarme a mí como interlocutor y descartar un acuerdo de paz con el actual gobierno”, dice Patiño.
Y agrega: “La decisión de asesinar a Álvaro Jiménez la hemos sabido por ocho fuentes, todas confiables. Tenemos así la certeza de que no se trata de una simple amenaza. Igualmente, contra Álvaro se desató una campaña de sicariato moral”, dice.
El comisionado también dice que rechaza el sicariato moral del cual ha sido víctima Jiménez por cuenta del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional y también “la decisión de matarlo contratando individuos cuyo oficio es asesinar a personas bajo contrato, sin importar el quién, ni el qué, ni el porqué”, dice.
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En noviembre del año pasado, Álvaro Jiménez fue mencionado en investigaciones de medios de comunicación por supuestas irregularidades en contratos de desminado humanitario que el Gobierno había asignado a la Asociación Campaña Colombia Contra Minas, de la cual Jiménez fue representante legal durante varios años.
En ese momento se puso sobre la mesa un posible conflicto de intereses, dada la cercanía entre Patiño y Jiménez, quien justamente había sido uno de los voceros del Gobierno en la mesa de diálogos con Comuneros del Sur.
Los detalles del proceso con Comuneros del Sur
En la carta, el comisionado también dice cómo se gestó el proceso de paz territorial que se lleva con Comuneros del Sur.
“Quiero ahora referirme al caso de Comuneros del Sur, un frente que decidió escindirse del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional. Supimos desde principios del año pasado de la voluntad del comandante de ese frente guerrillero de avanzar en el camino de la paz acogiendo la voluntad política y la sensibilidad social de las comunidades donde dicho frente ha hecho presencia en la zona cordillerana del departamento de Nariño por más de 30 años”, explica.
Y luego detalla que una vez los guerrilleros de Comuneros se “arriesgaron” a decirles a los jefes del ELN que quería hacer ese diálogo con el Gobierno, Patiño -por entonces jefe negociador del Gobierno en el proceso con el ELN- lo habló con el presidente Petro, con el Ministro de Defensa, con el entonces Alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, con los altos mandos de las Fuerzas Militares. Además, dice la carta, lo conversó con el senador y parte de la delegación de Gobierno con el ELN, Iván Cepeda, de quien dice era la persona “de más confianza” en su equipo de negociación.
En la carta, Patiño agrega que también se le notificó el tema a Pablo Beltrán, jefe de la delegación negociadora, y que este nombró a Gustavo Martínez como su representante en la reunión que se iba a tener, pero que “a última hora recibió la orden de no asistir”. Según Patiño, en ese encuentro, “se elaboró y firmo un documento que contenía las consideraciones de ese frente sobre una hoja de ruta para un proceso de paz. Este documento se le hizo conocer a Pablo Beltrán”, aseguró el comisionado.
Patiño también dice que días después, tanto él como Cepeda, Rueda y Jiménez se reunieron con Pablo Beltrán, Bernardo Téllez y Aureliano Carbonell, quienes les pidieron que les ayudaran a restablecer el contacto con Comuneros del Sur.
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“Nos solicitaron nuestros buenos oficios, a lo cual accedió el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda. No solo se les facilitó lo anterior, sino que se acompañó toda la operación logística para que la recuperación de ese contacto se hiciera con rapidez y seguridad. De la entrevista entre Bernardo Téllez y Gabriel Yepes (conocido como HH), comandante del Frente Comuneros del Sur, solo sabemos que este último solicitó la participación en la Mesa de negociación, lo cual, días más tarde, le fue negada”, explica.
Además, señala que tras ello empezó una “dura campaña del Comando Central del ELN contra la comandancia del Frente Comuneros del Sur” y que acusaban a HH de “infiltrado, de traidor, de enemigo”. Y agrega: “Esas acusaciones se extendieron contra Álvaro Jiménez y contra mí (...) A las acusaciones del Ejército de Liberación Nacional contra Gabriel Yepes, contra Álvaro Jiménez y contra mí, se sumaron las acusaciones de perfidia e incumplimiento bajo el alegato de estar promoviendo el fraccionamiento de esta organización”.
Tras ello, la dirección de Comuneros se separó oficialmente del ELN y decidió “asumirse como una organización apartada de la dirigencia del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional”, afirma.
El comisionado dijo que creía que esa separación parecía haber “zanjado la polémica y las amenazas”, pero que no pasó. “En lugar de ello, la calumnia, la mentira, la amenaza, el sicariato moral y físico, sustituyeron el camino de la verdad y la comprensión”, asegura.
“La paciencia del Gobierno no es eterna”
En la carta, el comisionado de paz también se refirió a la reunión que sostendrá en algunos días el Gobierno nacional con la delegación del ELN para descongelar el proceso de paz que está suspendida desde septiembre.
Patiño se refirió a las causas que han impedido que avance el proceso, señalando que en parte ha sido por las acusaciones que ha hecho el ELN al proceso de paz con Comuneros del Sur, así como la petición de esa guerrilla para que la nombren como una “organización política y rebelde en armas”.
El proceso de paz con el ELN es incierto y aunque en las dos reuniones que sostuvieron las delegaciones a finales del año pasado no se lograron descongelar los diálogos, sí quedó sobre la mesa la voluntad de seguir en las negociaciones. No obstante, en la carta de este miércoles, Patiño señaló que la paciencia que ha tenido el Gobierno con el ELN no es “infinita”.
“Lastimosamente, desde mi punto de vista, esa generosidad y esa paciencia han sido interpretadas por el Comando Central del ELN como debilidad de nuestro gobierno. Pero la paciencia no es eterna ni la generosidad es infinita. Como ya lo señaló el señor Presidente en este año 2025 los ilegales deben decidir entre la violencia y la paz. Con hechos y manifestaciones concretas. De modo que a finales de este mes de enero sabremos cuál es la definición del Ejército de Liberación Nacional. Si se mantienen en el ejercicio de la violencia o escogen el camino de la paz con hechos ciertos”, dijo el comisionado de paz.
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Finalmente, Patiño pidió a la guerrilla del ELN que frene el “sicariato moral y físico”, así como también acciones que van en contra de la construcción de paz como el desplazamiento forzado, el secuestro y el reclutamiento de menores.
“Si el Ejército de Liberación Nacional, su Comando Central, quiere tener un reconocimiento social como actor político, deberían acoger plenamente los dictados del Mandato por la Paz”, puntualizó.
Esta es la carta del comisionado Patiño:
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