En octubre de 2018, ante los medios de comunicación oficiales del ELN, el comandante guerrillero Álvaro Montejo, conocido como Bernardo Téllez, dijo que para ellos era complicado hablar de paz con un gobierno si históricamente ese objetivo estaba ausente de la agenda nacional. “Cómo hacer la paz en un país que no tiene a la paz como una política de Estado”, dijo.
Por ese entonces, ya con Iván Duque como jefe de Estado, y a pocos meses del atentado terrorista en la Escuela de Cadetes General Santander de la Policía Nacional que mandaría al traste el proceso de paz que esa guerrilla llevaba desde días de Juan Manuel Santos, Bernardo Téllez era parte de la comisión de paz del ELN. Cargo que ocupa hoy en las negociaciones que su grupo armado sostiene con Gustavo Petro.
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Ahora, en noviembre de 2023 y ad portas del quinto ciclo de negociación entre el Gobierno Nacional y el ELN en México, la coyuntura invita nuevamente a que se hable de este comandante, pues ante la mesa de negociación él es el representante del Frente de Guerra Norte “José Manuel Martínez”, responsable del secuestro de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Fernando Díaz Marulanda, delantero guajiro del Liverpool de Inglaterra.
Bernardo Téllez personifica los “oídos y ojos de Antonio García” en las negociaciones de paz, como se lo explicó a este medio el académico Luis Trejos. Y, además de esto, su figura es la de uno de los gestores de la puesta en marcha de un cese al fuego bilateral temporal, que con el caso del señor Díaz fue abiertamente violado por la guerrilla.
Cuando en junio pasado el tema de pactar un cese al fuego de carácter temporal, bilateral y nacional era lejano, fue este comandante guerrillero el que sentó posturas y llegó a consensos con el vicealmirante Orlando Romero -de la delegación de paz del Gobierno Nacional-. El mando militar y el jefe guerrillero conformaron las subcomisiones técnicas que llevaron a que el 3 de agosto de 2023 iniciara ese pacto de no agresión entre las partes. Una instancia no menor y que está a días de igualar y sobrepasar el “récord” de jornadas que tuvo este mismo cese hace cinco años.
El cese al fuego bilateral temporal entre el ELN y el gobierno de Juan Manuel Santos duró 101 días vigente. Pese a las crisis, poniendo al secuestro del padre de la mayor figura actual de la Selección Colombia de fútbol como punto más álgido en materia de violación de ese acuerdo, con Gustavo Petro este cese ya cumple 92 días y en el marco de una inminente liberación de Luis Manuel Díaz se espera que ese cimbronazo gravísimo -que incumple además principios del Derecho Internacional Humanitario- no acabe ni con el cese al fuego ni con un acuerdo que hasta ahora es la gran bandera de la política de Paz Total.
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De hecho, además de gestar el inicio de cese al fuego, Bernardo Téllez es recordado por proponer desde 2018 un estricto acompañamiento de la sociedad civil a estos diálogos. “Un proceso de paz serio debe contar con la participación de la sociedad”, dijo hace cinco años ante los medios oficiales de su guerrilla. Postura que mantiene, pues en los primeros cuatro ciclos de negociación, él ha sido una de las personas que ha sido más insistente con configurar las formas de participación de sociedad civil con comités de alcance territorial y nacional.
Cómo es el mando en el frente “José Manuel Martínez”
Si bien es de conocimiento público que Bernardo Téllez es la representación de ese brazo armado en la mesa de diálogos de paz, sería erróneo decir que esta persona tiene mando exclusivo en las decisiones militares del mismo. No hay ninguna prueba testimonial o jurídica que pueda comprobar algo así.
El Frente de Guerra Norte, de acuerdo con Luis Fernando Trejos, tiene sus bases en el estado de Zulia, en Venezuela, y sus operaciones en Colombia se realizan en el sur de La Guajira y en el departamento del Cesar, donde es oriundo el comandante guerrillero Bernardo Téllez.
Sin embargo, como detalló la redacción Judicial de El Espectador, dos informes de inteligencia conocidos por este diario señalan que la estructura criminal está liderada por Cristóbal Grimaldo Álvarez, Jaime; Álvaro Montejo Rodríguez, nombre de pila de Bernardo Téllez y otro hombre conocido como Pamperito. Un renglón más abajo en la línea de mando, según los informes del Ministerio de Defensa, están otros seis señalados miembros de la estructura ilegal, entre ellos una mando medio conocida en la guerra como Patricia Nevada, una mujer que, según fuentes militares, es quien tiene raptado a Luis Manuel Díaz.
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Tras el reconocimiento de esta guerrilla de tener en su poder a Luis Manuel Díaz, el país también conoció por medio de este periódico que el frente “José Manuel Martínez” tiene operaciones en Mérida (Venezuela) y milicianos a través de la compañía “Danilo Caicedo” y su célula urbana en Valledupar, que se mueve en el Cesar y especialmente en su capital.
El nombre de Patricia Nevada no deja de serle ajeno a la opinión pública. En esta mujer recae la responsabilidad más directa en el rapto de Luis Manuel Díaz. De lo que el Ministerio de Defensa sabe sobre ella es que se unió a las filas del ELN en 2006, en el departamento de La Guajira. Su trayectoria criminal ha estado localizada en el Cesar, La Guajira y la frontera entre ese departamento y Venezuela.
Desde allí, durante ocho años ha estado al mando de operaciones de contrabando, extorsión y secuestros de civiles y antes de que fuera nombrada a inicios de este año como cabecilla del Frente de guerra Norte, esta guerrillera manejaba las finanzas de estas filas.