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De los 26 departamentos donde ha llegado el coronavirus, Sucre es la región que menos casos registra: solo hay uno. Sin embargo, está rodeada de Bolívar y Atlántico, donde la cifra supera los 100 contagios. El reto de las autoridades es bloquear la entrada de la pandemia. Esas medidas tienen en confinamiento a la mayoría de los 950.000 habitantes que tiene la región. De esa cifra el 80% pertenece a estratos socioeconómicos bajos y sobreviven de la informalidad.
Con la pandemia, más de 40.000 familias necesitan apoyo humanitario. En especial, comida. Sin embargo, esa contratación para atender la emergencia está bajo la lupa de los organismos de control que indagan si los procesos de contratación estuvieron ajustados a la ley, si los valores relacionados corresponden con los que en realidad tienen los productos que se están entregando a la ciudadanía y si las empresas a las que les fueron adjudicados dichos negocios son idoneas para cumplir la labor por la cual la ciudad les está pagando. Indagaciones similares tienen lugar en Arauca, Cundinamarca, Valle del Cauca (por mencionar algunos)
Los kits de mercados comprados por la Alcaldía de Sincelejo y Coveñas, según las pesquisas de la Contraloría, habrían tenido sobrecostos hasta de un 27%.
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En el caso de Sincelejo, el ente investigador encontró que los mercados adjudicados por $150.000 en realidad tienen precio de $118.023. La Contraloría recibió denuncias ciudadanas según las cuales, en la Olímpica de esa ciudad, los mismos mercados costaban $99.000, incluso con productos de mejor calidad. La Alcaldía entregó 26.666 mercados contatados con dos empresas: Abastos y Fruver El Paraíso SAS y Surtiviveres Comercializadora y Distribuidora SAS. Cada uno de los contratos fue adjudicado por $1.999 millones.
El Espectador habló con el alcalde de Sincelejo, Andrés Gómez, sobre los contratos suscritos por el municipio con motivo de la emergencia sanitaria por el COVID-19 y que son revisados por tres organismos de control: Procuraduría, Fiscalía y Contraloría.
La Contraloría encontró sobrecostos del 27%, en los contratos 003 y 004 de kits de mercados para Sincelejo, firmados por $1.950 millones cada uno. ¿Hubo errores de su administración?
Inicialmente nuestros mercados costaban $150.000 puestos en la puerta de las casas. Los contratistas eran los encargados de entregarlos. Pero cuando vimos la realidad de los barrios: la topografía y la seguridad, nos dimos cuenta de que un camión no podría entrar a ciertos lugares, poniendo en riesgo además que el programa se le entregaría solo a las familias que no estuviesen en ningún programa del Estado. Todo eso nos llevó a modificar el contrato, pues ya no se entregaban casa a casa. El costo de cada uno quedó en $132.715. $120.000 por cada mercado más $12.715 por estampilla, impuestos, embalaje, empaque, cargue, descargue, desde donde no los venden hasta el punto de que programamos nosotros.
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Pero, el Gobierno habló de reducir impuestos y cobros de estampillas, ¿por qué las incluyeron ustedes?
Nosotros no quitamos los impuestos del municipio porque estamos en ley 550 y debemos seguir recaudando recursos para poder mantenernos. Yo le cobro los impuestos al contratista pero eso le ingresa nuevamente a la Alcaldía.
¿Ustedes modificaron los contratos después de los hallazgos de la Contraloría?
Eso se hizo antes. Lo hicimos entre el 30 y el 31 de marzo.
¿Conoce la antigüedad de las empresas a las que adjudicó el contrato?
No te puedo decir porque yo no hago la parte contractual jurídica. Eso lo hace la oficina jurídica. Ellos hicieron las respectivas investigaciones.
Una de esas empresas fue creada en diciembre de 2019 y la capacidad económica no coincide con el valor de la inversión de los kits de mercados. ¿Cómo se explica?
No sé de esa parte. Eso lo maneja Andrea Gutiérrez, directora técnica de gestión contractual de la Alcaldía.
Hay videos en los que usted anuncia de la operación ISAIS 26_20 y entrega los mercados en camiones de la Infantería de Marina. La cláusula segunda de los contratos dice que el contratista tiene la obligación de asumir el traslado. ¿Por qué no lo hizo el contratista?
Lo del apoyo de la infantería solo fue un día porque fuimos a la zona corregimental de San Jacinto y Babilonia. Para entrar allá se requería el apoyo de la fuerza pública. De igual los contratistas llevaron sus camiones. Los sitios a los que fuimos son de difícil acceso por las vías en mal estado. Solo fue un apoyo que nos dio la armada ese día.
Con respecto a los mercados comprados, hay una denuncia de la ciudadanía de que el costo es $99.000 en la Olímpica, incluso con productos de mejor calidad. ¿Qué tiene para decir?
Según la Contraloría los mercados costaban $118.000. Pero nosotros explicamos que los de nosotros costaban $120.000 más los impuestos. Lo referente a la Olímpica no tengo información. La Contraloría nos señalaban porque ellos tomaron el contrato inicial. Ellos se pronunciaron el 8 o el 9 de abril por el contrato que habíamos ajustado el 31 de marzo.