
Cientos de rescatistas llegaron a Armero a apoyar la búsqueda de personas desaparecidas.
Foto: Archivo El Espectador
A las 5:45 a.m. del 14 de noviembre de 1985, Leopoldo Guevara Sepúlveda vio desde la avioneta que piloteaba algo difícil de creer: Armero había desaparecido. “Era un espectáculo dantesco, fue algo increíble lo que se vio. Haga de cuenta una laguna grandísima llena de barro y la gente sumergida hasta el cuello, subiendo los brazos y pidiendo auxilio”.
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Guevara, quien para ese entonces era el presidente de la junta de la Defensa Civil de Venadillo, fue la primera persona en dimensionar la tragedia que había ocurrido la noche anterior en Armero,...

Por Mónica Rivera Rueda
Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com
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