Publicidad

La historia de Omayra Sánchez, la niña que se convirtió en el símbolo de Armero

Entre los escombros que dejó la avalancha que arrasó con el municipio fue encontrada una niña de 13 años, cuya imagen le dio la vuelta al mundo.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
12 de noviembre de 2025 - 09:10 p. m.
.
.
Foto: El Espectador
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La tumba de Omayra se ha convertido en un lugar de peregrinación en Armero. En medio de los restos que quedan de las casas, que lograron quedar a flote luego de la tragedia, está el lugar donde falleció la niña de 13 años, tras permanecer por cerca de 60 horas atrapada entre los escombros de lo que antes fue su casa.

El día de la tragedia, el 13 de noviembre de 1985, Omayra se encontraba en su vivienda, en el barrio Santander de Armero, junto a su hermano menor, su papá y su tía. No estaba su mamá, porque había salido desde hacía una semana a Bogotá a realizar unos trámites para graduarse de auxiliar de enfermería.

Como muchos en el municipio, la familia de Omayra estaba asustada por el anuncio que hicieron en televisión sobre la posible erupción del volcán Nevado del Ruiz y por lo que podría pasar, pues desde las 4:00 p.m. de ese día había comenzado a caer ceniza y material piroclástico sobre el municipio.

A las 11 de la noche todos seguían despiertos. Según lo que narró Omayra a los periodistas que la entrevistaron, en el momento de la avalancha escucharon un fuerte ruido, que se intensificó cuando el cúmulo de lodo, rocas y escombros se acercó y tumbó la puerta de la casa que los sacudió por el aire.

La niña fue encontrada sobre el mediodía del día siguiente por un socorrista que alcanzó a ver una de sus manos dentro de los escombros. Entre varias personas lograron quitar la plancha de cemento que tenía encima, pero no sacarla a Omayra, porque sus piernas estaban enterradas entre más escombros. Necesitaban una motobomba para retirar el agua que la rodeaba y liberarla de lo que la aprisionaba. Por ello, mientras se conseguía una, adecuaron la zona para que ella lograra sacar la cabeza y se pudiera sostener de un palo.

Entre los intentos para salvarla, algunos rescatistas intentaron meterse al agua y liberarla, pero se necesitaba ver qué era lo que la retenía. Ella señalaba que sentía los pies atrapados, que estaba sobre un cuerpo, que tal vez podría ser de alguno de sus familiares, lo que fue corroborado por las personas que ingresaron.

Mientras estuvo sobre el agua, la niña habló con los rescatistas y periodistas que se acercaban, tomó agua, comió de lo que le daban y así su historia comenzó a aparecer en los noticieros y la prensa. “Mamá, si me escuchas, yo creo que sí, reza para que yo pueda caminar y esta gente me ayude”, es una de las cosas que mencionó ante las cámaras de televisión.

Tras conocerse la fotografía que le tomó a la niña el reportero Frank Fournier, su cara le dio la vuelta al mundo, por lo que los medios se volcaron a cubrir su rescate. Pero al tercer día, la niña comenzó a desvariar; le preocupaba que llevaba dos días sin ir al colegio y que ese día tenía examen de matemáticas.

Sus ojos comenzaron a poner más rojos, su cara se fue hinchando y su cuerpo empezó a perder fuerza. Los socorristas le pusieron un neumático que hacía de flotador, pero no aguantó y antes de que llegara la motobomba ella murió.

Su mamá, María Aleyda Garzón, contó años más tarde que no alcanzó a verla con vida y que se enteró de su muerte por uno de sus hermanos, mientras se encontraba en el Hospital de La Misericordia, junto a su otro hijo que logró salir con vida. La recuerda como una niña alegre, dedicada a sus estudios y apasionada por el baile.

Su historia se convirtió en un símbolo de resistencia y del dolor que dejó la tragedia en Armero, en la que murieron más de 22.000 personas.

La tumba de Omayra es hoy el lugar más visitado de Armero, en la que además de muñecos, flores y velas, se pueden encontrar placas de quienes le adjudican a la niña milagros. Su historia sigue siendo el rastro de lo que ocurrió y de lo que aún se mantiene, pues tras cuarenta años de la tragedia siguen siendo cientos las familias que aún tienen muchas preguntas sobre sus desaparecidos.

Temas recomendados:

 

Pathos(78770)12 de noviembre de 2025 - 09:26 p. m.
Que caso tan doloroso y conmovedor q amerita un reconocimiento nacional por el heroísmo y la resistencia totalmente ejemplificado en Omayra
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.