Para: Facha (Mauro)
De: Bárbara Magarelli*
Argentina
Hola, hijo. Hoy me han pedido que te escriba una carta. Se me hace difícil, porque todo te lo he dicho desde ese mayo muy frío. Esa noche me dijiste: “Mamá, voy a cagar a palos a la cigüeña”. “¿Por qué?”, te pregunté en mi inocencia. Y solo me miraste y respondiste: “No ves, mamá. Me trajo nena y soy varón”. Mi mundo, como me dijeron que debía ser, se derrumbó. Mi vida y la de mi familia no volvió a ser la misma.
Tu resolución, cuando dijiste quién eras, fue firme y sin vuelta atrás. Nunca me voy a olvidar del día que estabas abrazado a la pileta del baño llorando y diciendo que no salías nunca más a la calle vestido de nena. En mi desesperación por no tener nada para darte para que tu imagen estuviera de acuerdo con tu verdadera identidad de género, solo atiné a salir a la calle a tomar aire. Ahí encontré a quien hasta hoy sigue siendo nuestro ángel. Estaba barriendo su vereda, me vio llorar, preguntó qué me pasaba y, cinco minutos después, ella estaba junto a su hijo de tres años tocando nuestra puerta. Llegó con una muda de ropa completa de ropa para vos.
Después llegó una “tana”, que nunca pudo estudiar y apenas sabía escribir, sumar y restar. No sabía casi nada de diversidad, matrimonio igualitario ni identidad de género. Hace un año que ella partió y jamás entendió. Solo lloraba porque fueras feliz. Te amaba más que a nadie y lo demostró ese día que partió. Solo preguntaba por vos y cuando llegaste dijo algo que nunca se me olvida: “Él se llama Mauro. Quien no lo respete y lo rechace, ahí tiene la puerta y acá no vuelve”.
Hoy, hace ya ocho años, miro atrás ese comienzo y no te imagino de otra manera. Pateaste el tablero de la hetero norma cis. Dijiste: “Acá estoy”, y de la mano pudimos ayudar a muchos, desde formar el hospital público y pediátrico de nuestro país, que ahora capacita a otros en identidad de género e infancias y adolescencias trans, hasta tener tus sacramentos dados por la Iglesia con tu verdadera identidad de género y ser el primer varón trans de Argentina en obtener rectificación y DNI, en menos de doce horas.
Ahora, decidimos comenzar nuestro propio camino en una ONG que lleva tu nombre. Lo primero es el amor incondicional. Siento orgullo por el hijo que tengo. Gracias por enseñarme día a día a amar sin etiquetas.
Agradezco ser tu mamá.
*Hago parte del movimiento Latinoamericano de Madres de Hijes LGBT
Lea aquí las nueve cartas de mamás a sus hijos e hijas LGBT+
Nuestra familia transicionó: carta de mamá a su hijo trans
Tus derechos son mis derechos: carta de mamá a su hijo gay
Me convertí en una autodidacta: carta de mamá a su hijo gay
Has sufrido maltrato y persecución, y no pude protegerte: carta de mamá a su hijo trans
Mi vida es un arcoíris: carta de mamá a su hijo gay
Si eres feliz, yo lo soy: carta de mamá a su hija trans
Ahora solo puedo recordarte: carta de Alba Reyes a Sergio Urrego