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Las autoridades territoriales de los pueblos indígenas del Chocó lanzaron una llamada de emergencia frente a la presencia de nuevos grupos armados ilegales en el municipio de Juradó.
Según denuncia el gobierno ancestral en un documento, la comunidad indígena del Cedral se encuentra sitiada por la llegada del grupo paramilitar autodenominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, quienes se concentraron en el sector el martes 23 de abril, luego de haber estado en las comunidades de Buena Vista, Dos Bocas y Pichindé.
El miércoles, 24 de abril, se presentó un nuevo enfrentamiento entre dicho grupo y la guerrilla del Eln, lo que provocó el asentamiento de alrededor de 400 personas incluidas la comunidad de Cedral y la comunidad de Bongo, quienes fueron desplazados el 16 de abril por la presencia del Eln en su territorio.
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“La población indígena en la comunidad de Cedral tiene temor de un nuevo enfrentamiento y a la vez tiene temor de desplazarse, debido a los anuncios que hicieron los paramilitares a las comunidades de que no pueden moverse a ninguna parte. Teniendo en cuenta, además, el peligro que implica las minas antipersonas que han instalado estos grupos en los caminos que hay entre las comunidades y diversas zonas de los territorios indígenas”, señala una parte del documento.
Asimismo, aseguran que se sienten desprotegidos por el gobierno local, pues este “manifestó que ‘todo está tranquilo’ y que ‘no pasa nada’”. La autoridad tradicional hace un llamado al Gobierno para que atienda la situación que viven estas comunidades y las más de 7.000 personas que están confinadas en Riosucio, Carmen del Darién, Bojayá y Bahía Solano. A los organismos internacionales les solicitan que intervengan y garanticen el derecho a la vida de las poblaciones.