Este miércoles, mientras familiares y amigos despedían a las víctimas mortales de la tragedia en la Troncal del Caribe, en el sector de Gaira, Enrique Rafael Vives Cabellero, el hombre que en estado de embriaguez y con exceso de velocidad manejaba la camioneta Hilux que los atropelló, permanecía sedado e inconsciente y no pudo responder en la audiencia de imputación de cargos, que tuvo que ser suspendida.
Vives Caballero se encuentra en custodia de las autoridades desde el pasado lunes luego de que arrollara a siete personas que transitaban por una vía de Santa Marta. Seis murieron y una más se encuentra herida con pronóstico médico reservado. La prueba de alcoholemia que le fue practicada arrojó 2 grados y aunque en el momento en que ocurrieron los hechos parecía haber resultado ileso, posteriormente fue hospitalizado en la clínica Perfect Body tras presentar un cuadro de insomnio, deshidratación leve, dolor abdominal, gastritis y estado de ansiedad.
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Los familiares de las víctimas han señalado que es necesario que se emita un parte médico para conocer el estado real de salud del hombre, pues temen que se trate de una maniobra dilatoria en medio del proceso judicial que enfrenta. Hasta el gobernador de Magdalena, Carlos Caicedo, se pronunció sobre este hecho y señaló que “las reglas de la experiencia indican que las razones esbozadas por la clínica Perfec Body Medical Center en la descripción sobre el estado de salud del señor Enrique Rafael Vives Caballero, son un pretexto para lograr que el paciente eluda la acción de la justicia, por lo que pediremos la intervención del Tribunal de Ética Médica”.
Vives Caballero es un reconocido empresario y político de la región que incluso fue candidato al concejo de Santa Marta en 2015 por el movimiento ‘Otra Santa Marta es posible’.
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El coronel Jesús de los Reyes, comandante de la Policía de Santa Marta, reveló que el hombre tenía dos comparendos recientes, uno de ellos por exceso de velocidad.
De acuerdo con información de medios regionales, Vives también es uno de los propietarios de la empresa Bananitas S.A.S. y propietario del reconocido restaurante Marmi, ubicado en el centro comercial Prado Plaza.