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En Colombia, las corridas de toros y las peleas de gallos son consideradas como prácticas con arraigo cultural por lo que no están prohibidas, por ello, es común que durante las festividades municipales se destaquen las novilladas o las corralejas.
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En Antioquia, una ordenanza de la Asamblea Departamental del 13 de agosto de 2020, estableció una serie de parámetros para impedir el maltrato y la muerte de los animales, que tiene en jaque a los municipios que para estas fechas tienen entre sus cronogramas las corralejas.
En concreto, la ordenanza prohíbe la utilización de elementos que laceren, corten, mutilen, hieran, quemen, lastimen o den muerte a los animales en espectáculos, por lo que ordena a las alcaldías locales velar por la utilización de fundas protectoras en las astas de los toros y de petos protectores en el pecho de los caballos, así como se exige el reemplazo de objetos punzantes por elementos que no causen daño, como telas adhesivas (que estarían ubicadas en el cuerpo del animal).
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Con respecto a las peleas de gallos, la asamblea del departamento prohibió el uso de espuelas metálicas y de cualquier otro objeto que corte o hiera al animal. “Las autoridades municipales, en ningún caso, podrán destinar dinero público a la construcción de instalaciones para estas actividades”, indicó la ordenanza, mientras que durante estas actividades las administraciones municipales deben garantizar la instalación de puestos de mando unificado para controlar cualquier eventualidad.
El problema ha estado en su implementación. En Caucasia, la alcaldía indicó que implementaría acciones para cumplir la ordenanza, pese a las críticas que generó el anuncio de las corralejas entre el 29 de diciembre y el 5 de enero. Al final hubo cuatro animales muertos (tres toros y un caballo), cinco caballos heridos y al menos 22 personas lesionadas, por lo que la Gobernación pidió una explicación de los hechos así como reportes a las entidades encargadas.
“Hago un llamado respetuoso a los alcaldes para que estén atentos y tomen medidas que ayuden en este propósito, pues se trata de ser más humanos con nuestros animales”, dijo Luis Fernando Suárez, gobernador de Antioquia, ante lo ocurrido en Caucasia.
Por esto, el alcalde de Nechí, Marcos Madera, según El Colombiano, habría decidió cancelar las corralejas que se realizarían en el municipio desde el 19 de enero, pues no estarían dadas las condiciones para cumplir con la ordenanza y buscaría evitar una investigación por posibles incumplimientos al mandato.
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Ante lo ocurrido en Caucasia, el comando de la Regional 6 de la Policía hizo un consejo de seguridad que podría tener como resultado una queja disciplinaria ante la Procuraduría y denuncias ante la Fiscalía por los hechos de maltrato animal evidenciados en las corralejas de Caucasia.
El dilema está en la forma en que las alcaldías podrían controlar las situaciones dentro de estos eventos, pues los principales problemas radican en que muchas ocasiones quienes se meten al ruedo son personas en estado de embriaguez, así como al tratarse de eventos privados no está claro hasta qué punto va la responsabilidad de quiénes organizan este tipo de eventos.